Creo firmemente que el valor de una persona se mide por lo que valen sus palabras. Y la palabra, en política, es una de las cosas más valiosas: promesas electorales, programas, acuerdos, negociaciones... Y compromisos de gobierno, como el de Oropesa del Mar entre PSOE y Ciudadanos, del 2019, que cedía la alcaldía para el partido naranja los dos últimos años de mandato.

Recuerdo que fue un acuerdo difícil. María Jiménez fue la clara ganadora de las elecciones en el pueblo, la primera vez que lo hacía el partido socialista, y lo hacía con un proyecto claro, ilusionante y de futuro para la ciudadanía, que llevaba demasiados años contemplando la inacción del PP. Las urnas indicaban que era la hora de cambiar Oropesa.

Estos dos años de legislatura han sido una apuesta clara por la política en mayúscula. María y su equipo han cumplido con el 80% de su programa electoral, y han gestionado una pandemia con responsabilidad y ejemplaridad. Por eso, ahora toca poner en valor el trabajo realizado y cumplir con la palabra dada hace dos años, cediendo la alcaldía, y hacerlo con la cabeza bien alta, por la acción, leal y cumplidora, de María, oropesina y socialista de corazón. Sin duda, han sido los dos años más brillantes de la historia municipal de Oropesa del Mar y, como equipo de gobierno, María y su equipo seguirán dejándose la piel por sus vecinos y vecinas de la localidad. Para el 2023, y para que la prosperidad y progreso del pueblo siga adelante, la mejor opción es escogerla con mayor rotundidad. Estoy convencido de estar en lo cierto.

En la orilla opuesta del cumplimiento de lo pactado nos encontramos con la Mancomunidad del Alto Palancia y la moción de censura contra su presidente. Es un buen ejemplo de la famosa fábula de Esopo, El escorpión y la rana. Sí, aquella en que el alacrán pide al anfibio subir en su lomo para cruzar el río, con la promesa de no picarle. Si recordamos el final, mientras estaban en medio del río, el escorpión inyectó todo su veneno a la rana y, ante la cara atónita del batracio envenenado, lo único que pudo decir el alacrán es: «no he podido evitarlo, es mi naturaleza».

Una vez más, el Partido Popular, que tiene un manual de funcionamiento por todos conocido, desprecia las normas mínimas de convivencia, de respeto y de lealtad institucional. Es por ello que pidió la adhesión de sus municipios a la mancomunidad --gobernada por los socialistas-- y todo, ¿para qué? Pues para en el primer momento en que se tuviera ocasión, y los números diesen, procede a picar cuál alacrán de la fábula, y presentar una moción de censura. ¿Hay algún elemento objetivo que lo justifique? ¿Algún defecto en la gestión? Nada, lo que hay es una gestión impecable del compañero presidente y alcalde de Sot de Ferrer, Ramón Martínez, que fue elegido, paradojas del destino, por unanimidad. Es el manual del poder por el poder del Partido Popular.

Si estas son las instrucciones del Partido Popular a la gente de la comarca, hay que valorar, y muy mucho, qué modelo proponen, teniendo en cuenta que les importa más quién ostenta un cargo, que el valor de lo que se hace, se trabaja y se sirve a la ciudadanía. Si este es el modelo del Partido Popular es, desde luego, el modelo del escorpión, el del incumplimiento de acuerdos, el de servirse y no servir. Si lo más importante es la palabra dada, vemos lo importante que es para ellos la confianza o la credibilidad. Todo por un sillón. No pueden evitarlo, es su naturaleza.

Me quedo con el modelo de María y de Ramón, el de la gente de buen hacer, que cumplen la palabra dada. De los escorpiones, «guárdate, rey don Sancho, no digas que no te aviso».

Secretario general del PSPV-PSOE de la provincia de Castelló y diputado autonómico