Este lunes, Castelló vivía un pleno histórico para el futuro de la ciudad. La imagen de todo el equipo de gobierno aplaudiendo y con una visible emoción da buena cuenta de ello. Y es que ya queda menos para el ansiado final de esta travesía que comenzó en el año 2015 con la clara voluntad de nuestra alcaldesa, Amparo Marco, de dotar a la ciudad de Plan General. Un plan que se inició de la mano del anterior concejal de Urbanismo, Rafa Simó, y que ha recogido su sucesor en el cargo, José Luis López.

Con la aprobación provisional del Plan General Estructural hemos dado un paso fundamental a fin de disponer cuanto antes de un planeamiento adaptado a las nuevas demandas sociales y económicas de Castelló. Un plan adaptado a las nuevas demandas al que el Partido Popular y los tres integrantes actuales de Ciudadanos han dado la espalda.

Un plan, el más democratizado que ha tenido Castelló, que no excluye a nadie del desarrollo urbano, que no prioriza el coche en los desplazamientos, que no fomenta los espacios en desuso y no concibe las calles como un mero lugar de tránsito sino de encuentro. Quizás por todo esto la derecha ha decidido rechazarlo.

Un plan ideológico, por supuesto, como lo era el plan aprobado en el año 2000 por el PP y que fue declarado nulo por el Tribunal Supremo. ¿O no era ideológico aquel plan que apostaba por un modelo de ladrillo y cemento que fomentaba la especulación? Frente a todo esto, nuestro Plan General pone a las personas en el centro de las decisiones para diseñar el nuevo Castelló. Un plan que apuesta firmemente por el urbanismo con enfoque de género y prioriza nuevas formas de movilidad que exigen los cuidados como llevar a los niños y niñas al parque o acompañar a las personas mayores al médico.

Portavoz del Grupo Municipal Socialista en Castelló