Esta semana la comunidad cubana de la provincia de Castellón ha salido a la calle a decir ¡Basta Ya!

Han querido visibilizar su denuncia ante la opresión a la que están sometidos sus compatriotas en la isla, por parte de la dictadura comunista, que les ha arrebatado --durante décadas-- todo tipo de derechos y libertades.

El colectivo cubano en Castellón conoce la situación, la denuncia y reclama al Gobierno español contundencia en la defensa de la democracia y de los derechos humanos en su país.

En estas últimas semanas, las imágenes e informaciones que llegan de Cuba nos han llenado de inquietud, de preocupación; la situación, lejos de mejorar, evidencia que la disidencia está perseguida hasta el extremo; la situación de vulnerabilidad de los habitantes de la isla es máxima.

Una isla querida, a la que me unen lazos familiares y de amistad, que veo ahora languidecer mientras gobiernos como el nuestro, miran hacia otro lado.

El Gobierno de Pedro Sánchez está de perfil, sus socios podemitas directamente se niegan a admitir que el régimen cubano es dictatorial, legitimando así sus políticas. Desde el Partido Popular de Castellón denunciamos esta condescendencia. Estamos con el colectivo cubano en nuestra provincia en la defensa de la democracia y la libertad.

Les hemos acompañado en sus denuncias y hemos conocido sus experiencias personales, a cual más descorazonadora.

Las madres y padres de hijos encarcelados por pensar de manera diferente a como piensa su gobierno comunista; familiares que conocen la grave situación de desabastecimiento de alimentos y medicamentos con la que conviven sus hermanos, sobrinos o nietos allí; amigos que ni siquiera pueden mantener una conversación con la isla porque quienes la habitan temen que el gobierno espíe sus conversaciones y acabe llevándoles a prisión.

Es dramático e inadmisible pero Moncloa prefiere considerar a ese Gobierno dictatorial como un aliado, en lugar de defender los derechos humanos, la democracia y la libertad para Cuba y los propios cubanos.

Alcalde de Peñíscola