La vuelta al colegio en Almassora ya no es lo que era. Hace no mucho iniciábamos cada curso escolar dando nuestro apoyo a la comunidad educativa del Regina Violant a las puertas de los barracones con su reivindicación reiterada por unas instalaciones dignas. Desde el año pasado, por fin, disfrutan del colegio más nuevo de Almassora junto al renovado pabellón B de La Garrofera.

Este curso que arranca no será de inauguraciones, sino de obras, motivo de gran satisfacción para quienes sabemos lo que cuesta construir no ya un colegio, sino dos. En marcha están ya el centro Santa Quitèria y el Embajador Beltrán, en situación bien diferente. El primero vivirá su último curso en aulas prefabricadas y el segundo dirá adiós a aquel edificio de 60 años en el que tantas generaciones, entre las que me encuentro, hemos estudiado.

La convivencia con las obras les generará molestias, somos conscientes, pero evitará que tengan que desplazarse cada día a barracones lejos del espacio que ocupa su colegio. Será un año difícil con nuevas zonas de patio, nuevas clases y entradas y salidas. Pero sabemos que merecerá la pena que puedan estrenar un colegio acorde a las necesidades actuales, un espacio verdaderamente renovado y ampliado con la superficie que ocupan actualmente las antiguas viviendas de maestros.

Entre mis prioridades cuando llegué al equipo de gobierno siempre estuvo quitarnos de encima esa etiqueta de ser el municipio con más barracones y lo vamos a conseguir hasta el punto de que no habrá ninguno. Para ello trabajan ya los arquitectos municipales en el proyecto del IES Álvaro Falomir. El equipo de Urbanismo del Ayuntamiento no vive un agosto al uso. En sus mesas de trabajo está ese edificio de la calle Boqueras que será rompedor, innovador y envidiado por otros municipios. Un diseño para atender a alumnado de diferentes edades y etapas académicas. Será referente y evitará que nuestros estudiantes se desplacen en busca de mejores espacios.

Almassora merece instalaciones educativas dignas porque ahí reside su talento y su futuro. Siempre las ha merecido pero no siempre ha sido una prioridad. Mi equipo y yo creemos que la educación pública necesita un reconocimiento que comienza por facilitar un entorno adecuado y así se hará.

Alcaldesa de Almassora