El Periódico Mediterráneo

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Irene Gómez

LA CLAVE POLÍTICA

Irene Gómez

¿No hubo colonización?

Actualmente en tiempos de crisis globalizada por la pandemia del coronavirus y el cambio climático, hay otros factores como la falta de democracia y los regímenes totalitarios que propician que las personas tengan que moverse de sus lugares de origen.

Los movimientos migratorios continúan, tanto la migración interna de provincias a la capital, pero también de los países del sur hacia los países del norte, de los países más pobres hacia los que tienen un mejor estado de bienestar. Esa movilidad humana sale en busca de algo que todo ser humano por ser tal anhela: bienestar, trabajo, vida digna, por lo que debemos detenernos a reflexionar acerca de la realidad que ello significa.

Las personas que migramos, en su mayoría, lo hacemos por motivos laborales, aunque existen muchos otros, pero hay que tener presente que mientras persistan las diferencias de riqueza y de desarrollo en las diferentes regiones del mundo, las migraciones seguirán existiendo porque la naturaleza del ser humano es la búsqueda de bienestar y ese bienestar lo encuentra en el lugar donde tiene un trabajo que le permita vivir de forma digna

Una vez que las personas que migran llegan al lugar de destino dentro de su proyecto migratorio, se encuentran con dificultades, la principal, el acceso al trabajo, siendo éste el principal instrumento de inclusión en la sociedad. Pero también hay otros deseos a los cuales las personas migrantes tienen derecho, como la educación, la salud, la vivienda, entre otros. Pero no todos son garantizados, al menos para las personas que no poseen un documento de identidad como extranjero, esto es un permiso de residencia o de trabajo.

Por la lucha de esos derechos humanos de estas personas es por las que he venido luchando, en compañía de otras mujeres, desde los años 90 en España. Por ello decidimos asociarnos como Asociación de Mujeres Inmigrantes en Castellón-Amuinca, para tener más fuerza en nuestra lucha y poder participar en los asuntos socio-políticos de nuestra región. Años más adelante he tenido la posibilidad de entrar a participar de lleno en la vida política del lugar donde resido, Castellón, y hoy tengo el privilegio de representar a la ciudadanía como servidora pública.

Esta responsabilidad temporal la realizo con total entrega, como lo haría cualquier otra mujer que quiere una sociedad inclusiva, solidaria, diversa y acogedora con todos los que tuvimos que emigrar en algún momento de nuestras vidas. Aunque hoy no formo parte de Amuinca, no quisiera pasar por alto que el 12 de octubre nosotras las mujeres migrantes no tenemos nada que celebrar, sí que reivindicar. Tampoco quisiera pasar por alto todo mi reconocimiento a las mujeres migrantes luchadoras que aportan a la sociedad española, con su trabajo diario limpiando, cuidando en las casas, cosechando en los campos y dando su fuerza de trabajo en tantos otros ámbitos donde llegan rompiendo techos de hormigón.

Mientras mis hermanas migrantes racializadas o no, provenientes de las que antaño fueron colonias españolas, contribuyen con su actividad laboral al bienestar y a la riqueza del lugar donde residen, la derecha y la ultraderecha se niegan a reconocer que existió colonización, se niegan a hablar de perdón y reparación.

Hay que leer más y aprender de la historia para que no se repita, para no repetirla.

*Diputada de Unides Podem por Castellón en Les Corts

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