Era el año 1964 cuando Llorenç Vidal, poeta y educador, fundó lo que se conocería, años más tarde, por buena parte del mundo, con el nombre de DENIP (Día Escolar de la No-violencia y la Paz), también recordado como Día Mundial o Internacional de la No-Violencia y la paz. El fundador escogió el día 30 de enero, fecha conmemorativa de la muerte del Mahatma Gandhi.
Con ello se pretende propugnar una educación permanente para la concordia, la solidaridad, el respeto, la no-violencia y la paz. El mensaje es claro: el Amor universal. El DENIP, en definitiva, es un hogar de paz, reconocido por numerosos tratadistas mundiales. De esta manera, Lanza del Vasto, discípulo directo de Gandhi, decía: «Sea así en todas vuestras escuelas. Estableced un día dedicado a la no-violencia».
Es una llamada a los educadores de buena voluntad a fin de tomar conciencia de que uno de los objetivos básicos de este Día es transmitir a los escolares, en especial, el espíritu de amor universal, no-violencia y paz, y a los docentes y gente de buena voluntad en general despertar en ellos estos principios con el firme propósito de cooperar al desarrollo de su personalidad con el fin de practicar la fraternidad y el respeto a los derechos humanos.
Aunque las circunstancias de este año no son las más propicias para la celebración de actos masivos, muchos centros españoles y extranjeros lo harán, no obstante, esta semana con actividades en relación con los propósitos que un día, ya lejano, el entrañable amigo y admirado educador, Llorenç Vidal, se planteó y que se ha difundido en muchos países con éxito y con mensajes como el siguiente: Amor universal, No-violencia y paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No-violencia es mejor que la violencia, y la paz es mejor que la guerra.
Profesor
