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Antonio Gascó

COSAS MÍAS

Antonio Gascó

‘Maremagnums’ medievales

Contamos, hace muchas semanas atrás, que el Cid se enseñoreó de la fortaleza de Castellón en la montaña, marchando luego a la conquista de Valencia. Las guerras feudales intestinas de la nobleza supusieron que Ramón Berenguer III, conde de Barcelona, tras repoblar Tarragona, deseara ampliar sus dominios hasta Oropesa. Ante la noticia de que el Cid salía de Valencia para combatirlo, auxiliado por fuerzas aragonesas, a fin de impedirle el dominio de territorios que el de Vivar había hecho suyos un lustro antes, el catalán firmó en 1098 un pacto con el castellano que supuso el matrimonio entre la hija del Cid Maria Roderic y el joven conde de Barcelona, que contaba a la sazón 17 años. La ocupación cristiana del Castell Vell duró hasta 1103 volviendo a manos agarenas por una ofensiva almorávide, que recuperó los territorios invadidos por el Cid y el monarca aragonés.

Guerreó en el norte provincial

El hermano de Pedro I, Alfonso I el Batallador, guerreó en las tierras del norte de la actual provincia castellonense, tratando de debilitar el poderío almorávide tras aprehender las tierras del sur del Ebro.

Unos años más tarde, su sucesor, Alfonso II rey de Aragón, al que con nueve hijos resulta inaudito que le apoden el Casto, trata de derrocar el poderío almohade de la taifa valenciana, llevando a cabo incursiones bélicas por la costa castellonense, que amedrentaron a los habitantes moros, al extremo de declararse feudatarios suyos y pagar un tributo en 1172.

La importancia de Fadrell entre todas las alquerías islámicas hizo que se apodara con su nombre una amplia circunscripción que comprendía desde la desembocadura del Millars al castillo de Montornés.

Cronista Oficial de Castelló

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