Esta semana el Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023, que posteriormente deben ser remitidos al Congreso para su debate, enmiendas y aprobación definitiva. Esta buena noticia nos llega en un momento coyuntural complejo por la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania. Nos encontramos ante un escenario macroeconómico donde debe prevalecer los principios de prudencia, responsabilidad fiscal, justicia social, modernización y eficiencia económica.
Un proyecto de Presupuesto que responde «a lo urgente sin perder de vista lo importante», que recupera la dignidad de las personas a la vez que sitúa a España en la senda marcada por la UE. Un país más social, más justo, moderno, verde e igualitario. Nos encontramos ante la propuesta de Presupuestos más sociales de la historia de nuestro país. Seis de cada diez euros estarán destinados a gasto social. Aumenta la inversión en partidas como la dependencia, la sanidad pública y de calidad, con especial aumento en la atención primaria y salud mental, o las políticas de vivienda. La partida de las pensiones también se ve incrementada como se viene haciendo en los últimos años. Una reivindicación de nuestros mayores y pensionistas que, unido al aumento del salario mínimo, nos convierte en una sociedad más justa.
También la gente joven es una prioridad en este presupuesto: aumenta el gasto en educación en casi siete puntos, aumentan las plazas de universidad y las becas a la vez que se potencia la igualdad de oportunidades para el talento. Ninguna persona joven se puede quedar sin la oportunidad de estudiar porque su familia no se lo pueda permitir. Pero si la educación es importante también lo es la emancipación. Para ello, el Gobierno plantea mantener el bono de alquiler joven a la vez que se pone en marcha el plan de alquileres asequibles.
Uno de los asuntos que está en la hoja de ruta de todos los gobiernos europeos es la movilidad sostenible. Asunto que parece que la derecha española, donde gobierna, lo tiene muy claro: no hay progreso sin ciudades más sostenibles. Pero cuando está en la oposición, como en el caso de Castelló, cambian el discurso para defender todo lo contrario. En este sentido hay que recordar que desde hace más de un mes el gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha la bonificación y gratuidad de trenes de media distancia y cercanías. Una medida a la que se han acogido muchos de nuestros jóvenes y que, junto a la reducción del 30% del precio del transporte público en la Comunidad, propuesto por el presidente Puig, está contribuyendo a un mejor acceso al transporte a la vez que se reafirma el compromiso con una sociedad más sostenible.
En momento necesitamos de gobiernos que pongan a la gente en el centro de las políticas. El apoyo a los autónomos, pymes y empresas como motor económico es un compromiso firme. El desempleo continúa siendo una de las mayores preocupaciones, y aunque en el caso de Castelló nos situamos en datos anteriores a la crisis de 2008, debemos continuar en la senda de la creación de puestos de trabajo y de calidad. Por eso, ahora más que nunca necesitamos Gobiernos de la gente.
Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló
