A medio camino de su vigencia, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se implementa hoy en un mundo muy distinto al que se encontraba en el momento de su aprobación. Los sucesos acontecidos en los últimos tiempos han puesto contra las cuerdas el nuevo paradigma de desarrollo sostenible en sus distintas dimensiones: social, económica y medioambiental. Y han puesto de manifiesto que nos enfrentamos a una transformación sistémica, un cambio de ciclo y un modelo económico exhausto.
La pandemia mundial por el covid-19 ha hecho que el mundo entero se tambalee, poniendo en peligro nuestra salud y agudizando la pobreza y las desigualdades en el mundo. Los efectos del cambio climático cada vez son más habituales y extremos, hecho que hace que sea incuestionable la situación de emergencia climática. Los conflictos armados existentes se incrementan y siguen haciendo estragos, incluso han llegado al corazón de Europa con el conflicto de Ucrania.
En el ecuador de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030, aún con sus imperfecciones y dificultades, arroja luz a nuestro futuro y ofrece a los ayuntamientos una oportunidad para alzarnos como actores imprescindibles a la hora de avanzar hacia el desarrollo sostenible.
Somos el gobierno más cercano y quien más conoce los problemas y necesidades de la ciudadanía y, por tanto, quienes podemos incidir en mayor medida en los territorios. Tenemos la oportunidad de conectar los grandes retos globales a los que se enfrenta la humanidad con una acción de gobierno municipal verdaderamente transformadora. El tiempo es ahora, porque no tenemos un planeta B.
Alcaldesa de Onda
