TRIBUNA

Sobre igualdad

Marisol Barceló

Marisol Barceló

Nuestro ordenamiento jurídico está impregnado de preceptos normativos que anuncian reiteradamente la igualdad entre los sexos, por ejemplo, en la Constitución se deja bien claro en su artículo 14 donde habla de que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de (…) sexo, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Son muchas las normas que han venido en las últimas décadas a promover la igualdad entre hombres y mujeres. Y muy especialmente las aprobadas en esta legislatura por el Ministerio de Igualdad que han conseguido colocar a nuestro país a la vanguardia de derechos feministas. Pero una cosa es la igualdad legal que expresan las leyes y otra es la igualdad real y efectiva que se da en el día a día.

Toda esta legislación ha sido precedida en el tiempo por movimientos sociales que han tomado las calles exigiendo derechos y reivindicando un trato igualitario en todos los ámbitos de la vida. Estas movilizaciones fueron y siguen siendo el germen de todo avance que después se traduce en leyes. No hemos conseguido dejar atrás la hegemonía de quienes han sido dominantes y tienden a mantener los beneficios que conlleva estar en una posición de ventaja, mientras que las mujeres luchamos por alcanzar ese ámbito de poder que se nos niega y al que nos resulta difícil acceder por las barreras que la sociedad nos impone. Demostración palpable y ominosa de esto último es la violencia que seguimos sufriendo en la actualidad las mujeres a manos de los hombres.

Símbolo de lucha y exigencia

Se acerca el 8-M, símbolo de lucha y exigencia ante una sociedad que no olvida fácilmente sus orígenes patriarcales. En los últimos tiempos este día se ha convertido en la representación de la lucha reivindicadora de las mujeres en todo el mundo y es, con la presencia masiva nuestra en las calles, como se exigen los derechos en todos los ámbitos y como mejor podemos ayudar a combatir los terribles feminicidios que padecemos desde hace tiempo.

Salgamos pues a las calles reivindicando aquello que consideramos nuestro, para acabar con la violencia machista, para exigir la igualdad de oportunidades, para romper los techos de cristal, demos visibilidad al movimiento feminista que a pesar de ser un grupo heterogéneo con diversidad de pareceres en distintos temas, no nos podemos olvidar que a todas nos une una lucha: la lucha por la igualdad real y efectiva.

Portavoz de Podem en Castelló

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