TRIBUNA

Una mirada sobre fiestas y accesibilidad

Marisol Barceló

Marisol Barceló

Las ciudades están construidas atendiendo a un modelo productivo y capacitista olvidando que tiene que ser un espacio practicable para todas las personas y en todos los momentos de la vida. Castelló ha experimentado en las últimas décadas una transformación importante en cuanto se refiere a temas de accesibilidad. Pero, aunque hoy la ciudad es más accesible y permite una mayor movilidad de personas con diversidad funcional, aún falta mucho por hacer, los avances van demasiado lentos y muchas veces no se tienen en cuenta los criterios de accesibilidad.

Durante el transcurso de las fiestas de la Magdalena he tenido la oportunidad de ver el alcance de la falta de accesibilidad desde otro punto de vista: desde la visión que me ha proporcionado el ser candidata a la alcaldía de la ciudad en silla de ruedas. Difícil acceder a las tarimas instaladas por los medios de comunicación para retransmitir el día a día de las fiestas, imposible la subida al palco para poder presenciar los desfiles tradicionales, obstáculos en la trayectoria durante la Romeria y que llevan a buscar rutas alternativas para salvar los bordillos al paso. Además, algunos escenarios no permiten el acceso por su falta de adecuación, así como algunas sedes de partidos que, a pesar de ser el corazón de los mismos, no permiten la entrada a personas con movilidad reducida… esta es solo la visión desde la perspectiva de persona que adquiere responsabilidad de representación política, pero la realidad es mucho más amplia.

Una condición obligatoria

Según la definición más extendida «la accesibilidad universal debe ser una condición obligatoria para que los entornos, servicios y objetos puedan ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas». De lo que se trata es de que sea el medio el que se adapte a la persona y no la persona al medio para lograr así la máxima autonomía posible de los individuos en su diversidad. Se trata de asumir una nueva estrategia que entienda que el diseño no debe ser excluyente sino inclusivo.

Sin duda tengo una doble tarea que llevar a cabo, la que se espera de mí por representación política y la de visibilizar la falta de accesibilidad universal que impide a una parte de la población hacer un uso común de la ciudad. No podemos olvidar que la ciudad es de todos.

Portavoz de Podem Castelló

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