FUERA DE JUEGO

Benicàssim y su CEAM, una historia de incompetentes

Los votantes de Compromís en el municipio deben pasarle factura si es incapaz de resolver el tema antes de las elecciones

José Vicente Felip

José Vicente Felip

Benicàssim es un paraíso idóneo para vivir todo el año. Un lugar privilegiado que lo tiene casi todo. Tanto que su censo poblacional va en aumento con el transcurso de los años. Y eso que muchísima gente reside en el municipio pero no está dada de alta en el padrón.

    Los mayores de Benicàssim necesitan desde hace lustros un espacio funcional y bien dotado para garantizar una vejez saludable y activa. Conscientes de ello, en 2011, con el PP al frente de la Generalitat, comenzaron las obras del CEAM con un presupuesto de 3,6 millones de euros. Proyecto que se paralizó en 2012 y los populares fueron incapaces de reanudarlo en toda esa legislatura. Incluso se derrumbó parte de un forjado.

   El esqueleto de la vergüenza permaneció inalterable hasta que en abril de 2017, ya con el Botànic gobernando, se retomaron los trabajos, a ritmo de tortuga, para concluir en 2020, de modo que la recepción de la obra, con las fotos de rigor correspondientes, tuvo lugar el 11 de mayo de 2021. Sin embargo, a día de hoy nos encontramos con una instalación lista para dar servicio pero con el cerrojo puesto. Algo indignante.

Se pasan la pelota

Más de 2.000 mayores de Benicàssim están a la espera de su CEAM con atención primaria, consultas médicas, centro de día, enfermería, sala de curas, podología, psicología, etcétera, mientras los políticos de turno se pasan la pelota sin tomar las determinaciones que permitan su puesta en marcha.

   Aitana Mas, vicepresidenta del Consell por la cuota de Compromís, de quien dependen los centros para personas mayores, no puede permanecer más tiempo escondida.

    Y Compromís en Benicàssim, con Pau Ferrando aún a la cabeza, algo tendrá que decir a sus jefes en València. Que todo no es recorrer la provincia a cuenta de la Diputación.

Subdirector de Mediterráneo

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