Babor y estribor

Del sanchismo y TV3

basilio Trilles

En esta era política del sanchismo que nos toca vivir es tan sorprendente como peligroso vernos obligados a reivindicar la libertad de expresión a modo de muletilla, ante el clima de ataques al artículo 20 de la Constitución, propiciado por aquellos que abjuran del texto que conforma nuestro Estado de derecho mediante las urnas del histórico 6 de diciembre de 1978. Es ocioso, aunque necesario, recordar la libertad de expresión como uno de los pilares fundamentales de la democracia. Si bien no sorprende, dado el grado de adoctrinamiento, en ocasiones duele el que colegas, antaño auténticos valedores de las libertades, hoy lleguen a romperse las vestiduras ante los juicios periodísticos al ahora su señorito Pedro Sánchez. El deber del profesional de la comunicación, en la faceta de opinador, es posicionarse ante el poder de turno, evaluando la gestión. El periodista independiente está al servicio de los gobernados que no de los gobernantes. Si en el Ejecutivo manda Sánchez Pérez, al igual que les ocurrió a sus antecesores, lógicamente el mayor peso de la crítica recae sobre él. Y con tan definido perfil, raro es el día que no se lo ponga a huevos al articulista alejado de banderías.

Ya metidos en la harina de la libertad de expresión, viene bien recordar el cirio montado por el humorista catalán Toni Soler, por mor del episodio de mofa a cuenta de la Virgen del Rocío, derecho del mencionado tipo en calidad de cómico. Me sumo a Voltaire: «De entre todas las cosas siempre preferí la libertad». Seguro que Soler ya está preparando un gag sobre la Virgen de Montserrat (La Moreneta) y en los diálogos de la televisión catalana aplicará el más cerrado acento payés, para regocijo de la audiencia de TV3. Seguro.

Periodista y escritor

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