Adolfo Suárez vivió de verdad la fiesta del ‘bou’ en la Vall

Fue una jornada para el recuerdo. La confirmación de que la cultura del bou al carrer continúa muy viva. El varapalo de la pandemia por el covid no parece haber dejado mella en esta tradición tan nuestra, como tampoco se nota la inflación desbocada de los últimos meses. En la Vall d’Uixó disfrutamos el sábado de un espectáculo sin parangón. La comisión de las fiestas de Sant Vicent celebra 50 años de vida y eligió para la ocasión un cartel taurino casi irrepetible. Los toros de Samuel Flores, López Gibaja y Juan Pedro Domecq deslumbraron por su presencia. Tres auténticas pinturas que no dejaron indiferentes a los miles de aficionados que decidieron contemplar en directo su exhibición.

Aprovechando que estamos en precampaña electoral, por la Vall se dejaron caer Elías Bendodo, Carlos Mazón y Marta Barrachina, ejerciendo Óscar Clavell y Herminio Serra como anfitriones. Todos departieron con Adolfo Suárez Illana, cuya presencia coincidía con que el primer toro de las fiestas llevaba el hierro de su suegro. Desembarco de jerifaltes del PP que atrajo a más de una docena de cargos medios, casi todos más preocupados de si estaban en la lista autonómica que de la tarde taurina.

No ejercer de paracaidistas

Está muy bien que los políticos salgan en defensa de la tradición del bou al carrer y todavía más cuando hay formaciones extremistas que atacan esta fiesta sin preocuparse un segundo de conocerla a fondo. Pero las cosas deben hacerse de verdad, por derecho, y no ejercer de paracaidistas. No basta con las sonrisas y los selfis... Desaparecer a mitad del espectáculo es de mal aficionado.

Todo eso bien que los sabe Adolfo Suárez, quien no se perdió detalle hasta el último minuto, además intercambiando impresiones con los peñistas. Un ejemplo a seguir.

Subdirector de Mediterráneo

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