LA RUEDA

San Nicolás de Bari

Henri Bouché

Henri Bouché

Coincide esta columnita de hoy, 6 de diciembre, con la festividad de san Nicolás de Bari, santo tradicional de especial devoción en nuestra ciudad en donde tiene una capilla en la calle Alloza.

La vida del santo, nacido en Myra (hoy Turquía), discurre entre la historia y la leyenda, y cuenta con la erección de más de dos mil iglesias y capillas en todo el mundo. Su muerte se produjo en Myra en el 343.

Ciudadano piadoso y generoso

Por cuestiones casi legendarias fue nombrado obispo y en la revolución de Diocleciano es hecho prisionero y luego liberado por Constantino. Pero, antes, Nicolás fue un ciudadano piadoso y generoso. Al morir sus padres destinó el patrimonio a los pobres con la máxima discreción.

Su figura se convirtió muy pronto en una dispersión de su personalidad: Papá Noël, Sinterclaus, Nicolauss, Santa Clauss, etc. Y hasta el mundo comercial aprovechó el momento para popularizar su personalidad.

Teodosio II construyó la iglesia de Myra a la que siguieron otras muchas en diversas partes del mundo. Pero la popularidad del santo adquirió renombre cuando el ilustrador Thomas Nast dio a conocer sus dibujos y gracias también a los escritores Irving y Moore y a algunos ilustradores. A finales del siglo XIX Santa Claus regresó a Europa desde América ya como alegoría de la Navidad.

En 1931 la publicidad de la firma Coca-cola remodeló la tradicional figura convirtiéndola en un gracioso gordinflón con vestido rojo y ribetes blancos, debido también al dibujante Sundeblom tal como ahora conocemos a san Nicolás o Papá Noël.

Profesor