a fondo

Ni engaños, ni medias verdades

Tania Baños

Tania Baños

Siento ser la que apaga la música en mitad de la fiesta. Pero la ciudadanía no merece engaños, ni medias verdades. Voy a ser clara. En el tema de las instalación de placas fotovoltaicas en el término de la Vall d’Uixó, no estamos ya en el punto de elegir lo que queremos o no. Las cuestiones subjetivas ya no están sobre la mesa.

En 2021, Arada Solar empezó a tramitar con el Gobierno de España la construcción de una planta solar. Y en 2023, STN empezó a tramitar con la Generalitat Valenciana la ampliación de su centro logístico de cerámica. Se trata de dos proyectos que suponen una gran inversión para nuestro territorio y que entran en colisión porque parte del terreno que pretenden ocupar se solapa.

Por eso, la postura que defendemos desde el PSPV-PSOE de la Vall d’Uixó es que las dos administraciones competentes –la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España– se sienten a dialogar para solucionar esta situación.

Actualmente existe una guerra de licencias que no beneficia a nadie, porque las dos empresas están a la carrera para ver quién logra antes los permisos para sacar adelante su proyecto. En el mundo en el que vivimos parece que pedir diálogo es algo revolucionario.

Yo defiendo que se llegue a un acuerdo, porque en el choque de trenes actual lo que puede pasar es que al final la comarca se quede compuesta y sin novia. Porque si la situación llega a los juzgados se paralizarán los dos proyectos y se eternizarán en procesos muy largos que no nos benefician en nada como territorio.

Que nadie se llame a engaño. El pleno municipal que celebramos el pasado miércoles no era para elegir entre Arada Solar o STN. Los ayuntamientos no pintamos nada en este contexto. Y ese debería ser el verdadero debate y lo que nos preocupara a todos. Los ayuntamientos deberíamos poder decidir sobre el futuro de nuestros pueblos. Pero eso, hoy en día, no pasa. No se escucha nuestra voz ni se tiene en cuenta nuestra opinión.

Por poner un ejemplo, si una empresa hoy pide una licencia de obras al Ayuntamiento y cumple la ley, estamos obligados a concedérsela. De lo contrario sería el Ayuntamiento quien estaría cometiendo una ilegalidad. Por eso no estamos en el momento de debatir sobre qué es lo que nos gusta y lo que no.

Las instituciones públicas estamos para dar certezas a la ciudadanía y no para crear enredos ni más problemas. Por eso es momento de poner cordura y de instar a las instituciones superiores a dialogar, porque la Vall d’Uixó y la Plana Baixa no podemos perder ninguna oportunidad más. Es momento de hacer una apuesta por la industria y por la creación de nuevos puestos de trabajo. Y eso pasa por apostar también por las energías renovables y por el autoabastecimiento, porque ya hemos sufrido las consecuencias de depender energéticamente de otros países.

La industria cerámica se ha tambaleado por el aumento de los costes de la luz y el gas debido a la guerra de Ucrania. Y el Gobierno de España ha hecho un gran esfuerzo para paliar la situación con ayudas millonarias. Pero esa no puede ser la solución definitiva. La industria cerámica de nuestra provincia no puede depender de las subvenciones estatales para funcionar.

Se habla mucho de los puestos de trabajo que creará un proyecto u otro. Pero no se habla de los que se pueden perder si la industria cerámica deja de ser competitiva por los altos costes energéticos. La energía fotovoltaica es clave para la generación de hidrógeno verde, que es el sustituto del gas en este sector.

La industria del futuro ya no se entiende si no va de la mano de la sostenibilidad. De eso depende su supervivencia y, por tanto, que se garanticen los empleos actuales y futuros. Porque, desgraciadamente, todas y todos conocemos a personas que han estado o están en ERE o ERTE en empresas cerámicas. Es una cuestión de sentido común trabajar conjuntamente por el futuro de la comarca y de la provincia, dialogando para hacer posibles estas dos inversiones estratégicas.

La planta fotovoltaica es un proyecto que está avalado por el Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez y el PSOE con el apoyo de Sumar, plataforma política en la que se integra Compromís.

Y la ampliación de STN se impulsó con el gobierno de Ximo Puig y el PSPV-PSOE, apoyado por Compromís y Podem. Utilizar a un proyecto para paralizar otro sería de una gran irresponsabilidad política, porque no se puede utilizar a la sociedad civil por intereses políticos. El PP en la Generalitat Valenciana ha anunciado una ley para potenciar las energías renovables, mientras el PP de la Vall se posiciona en contra de las placas solares.

Las incoherencias en política se pagan. Y la irresponsabilidad en la visión de futuro también. Por eso, me reitero en la petición de diálogo. La gente nos lo está pidiendo. Se llama política útil.

*Alcaldesa de la Vall d’Uixó