PUNTO DE VISTA

La vida es cambio constante

Joaquín Serrano

Joaquín Serrano

Si no aceptamos este hecho, sufriremos. Una base fundamental para la felicidad, quizás la más importante es tener la capacidad de adaptarse a los cambios.

A medida que se despliegan nuestras vidas, pasamos desde la infancia a la adolescencia (crecemos), la edad adulta (maduramos), la vejez (envejecernos) y la muerte.

Ese es el orden natural de las cosas y no nos queda más que aceptarlas con serenidad.

Algunas podemos planificarlas y ser deseadas y otras son inesperadas y suponen un reto. Es una progresión natural.

Si definimos nuestra imagen por el aspecto que teníamos, por lo que solíamos hacer y no podemos hacer ahora, es muy probable que nos sintamos más infelices a medida que envejecemos.

La aceptación de la inevitabilidad del cambio nos ayuda a afrontar problemas y reducir nuestro sufrimiento. Una relación con dos partes que interactúan entre sí es natural que pase por diferentes fases: física, emocional e intelectual.

Es normal que experimente flujos y reflujos; en ocasiones, la intimidad física disminuye y aumenta la emocional.

Si la pasión se enfría, podemos buscar nuevas formas de intimidad igualmente satisfactorias, hay que adaptarse. Aceptar que la vida es cambio nos permite vivir el aquí y ahora con tranquilidad, disfrutando lo que tenemos.

La vida es un viaje maravilloso donde todo tiene un principio y un final. El ayer no será igual que el mañana.

Hay que aprender a cerrar las etapas de nuestra vida porque eso es vivir: cambiar, renovarse y no permanecer en la zona del confort todo el tiempo, solo el necesario. Toda etapa encierra algo positivo, algo nuevo, nunca nada es totalmente malo aunque ahora mismo no nos demos cuenta de ello.

Notario y doctor en Derecho