La fiesta, activo económico

La capital de la Plana tiene este domingo una de las citas más importantes en su calendario, con la tradicional Romeria de les Canyes. Es quizás el acto central de unas multitudinarias fiestas que, en apenas nueve días, dejarán en la ciudad un impacto económico que rondará los 15 millones de euros. Más allá de los aspectos emocionales que tienen que ver con el ocio y el tiempo libre, el goteo de esa felicidad que sazona siempre el reencuentro con los más próximos o el necesario reset que permite evadirnos de las rutinas, la fiesta es también un gran activo económico. Pocos acontecimientos urbanos de índole cultural y social ofrece un retorno tan importante en cuanto a la actividad comercial, hostelería, alojamientos, transporte y empleo.

Si tomamos como referencia el cálculo realizado por la patronal hostelera Hosbec sobre el impacto económico que tiene la Magdalena en Castelló podemos llegar a la conclusión de que, en poco más de una semana, el capital que se mueve durante los días de fiesta es equiparable a casi el 8 por ciento del presupuesto anual de la ciudad. Y aunque el grado de repercusión va por barrios y sectores, la incidencia general resulta relevante. Más si cabe cuando la ciudad es destino de miles de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.

Así, hay motivo más que suficiente para vivir intensamente unas fiestas que, además de elevar el ánimo y sacarnos de lo cotidiano, de ensalzar lo que tanto nos une, nos inyecta unos ingresos extras ya en pleno mes de marzo.