Opinión | LA RUEDA

Coronación de la Lledonera

Este fin de semana fue un acontecimiento para Castelló, pues finalizaron los actos de la conmemoración del centenario de la solemne Coronación de la Mare de Déu del Lledó. Un acontecimiento, como decimos, conmovedor y multitudinario en el que se puso de relieve la fe y devoción de los castellonenses por su patrona. Autoridades, reinas, devotos llenaron iglesias y otros recintos para festejar lo que entrañaba este emotivo centenario que será recordado por su singular significación. Las incesantes ovaciones lanzadas al aire por el Perot de Granyana –Vicent Sales--, respondidas por el pueblo con inusitado fervor, acompañaron durante todo el trayecto a la numerosa comitiva, con clavariesas, camareras, colaboradores y miembros de la Real Cofradía, Banda Municipal, barreros, etcétera.

Despedida

Con todas las autoridades, religiosas, y laicas, de la ciudad y la Comunitat, presentes; junto a los Gozos y Salve, imágenes de Sant Vicent Ferrer, Sant Cristòfol y Sant Blai, que, tras llegar a la iglesia de la Sangre, la Verge fue despedida la comitiva por el obispo en su camino hacia la basílica, tras 23 días de ausencia por celebraciones.

Un nuevo período se abre ahora con el nombramiento de Juanjo Porcar, actual archivero de Lledó, y Manuel Lumbreras, hijo del presidente de la Real Cofradía de Lledó, que fueron nombrados Perot de Granyana y Clavario, respectivamente.

Pero si todo esto no fuera suficiente, también el mundo deportivo coincidió con el acontecimiento de la celebración del ascenso del CD Castellón a la Segunda División por la puerta grande. Es, como decía este periódico, el regreso del club deportivo al fútbol profesional. ¡Enhorabuena!

Pero será Lledó, sobre todo, un recuerdo imperecedero para los castellonenses.

Profesor