Opinión | LA RUEDA

San Pascual, Pentecostés y Santa Quiteria

Mayo es un mes precioso, mes de las flores, mes de María, pero en nuestro caso, en la provincia, se dan cita, casi simultáneamente tres fiestas destacables: San Pascual Baylón en Vila-real, Pentecostés, general en la liturgia católica, y Santa Quiteria, en Almassora. La primera y la última son fiestas realmente populares y de singular atracción y fervor en sus poblaciones, que tienen su día central el 17 y el 22, respectivamente.

Estuve semi residiendo 25 años en Vila-real, y me siento todavía unido a la ciudad y a través de entrañables amigos y amigas. Me sorprendió el número de vila-realenses que llevaban el nombre de Pascual. Y, luego, la devoción que profesaban a san Pascual Baylón y els cordonets que lo recordaban atados a la muñeca de los fieles.

Días especiales

El día 17 se celebró la gran festividad en su honor con el ritual de rigor, misa, procesión, etc. El 16 tuvo lugar, además, la ofrenda floral al santo con la subsiguiente foguerà. Unos días muy especiales para un santo de entrañable devoción y lugar de su permanencia y muerte.

Pentecostés es fiesta general y se atiene a la liturgia prescrita por la Iglesia, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, la glosolalia, el don de hablar lenguas, y la parte profana en algunas poblaciones de les borrasques y el bescuit de la Pascua granà.

Almassora celebra estos días la devoción a Santa Quiteria, de especial tradición, con su traslado desde la ermita a la población y viceversa, su protección contra la rabia y otras enfermedades, sus numerosas hermanas (9 de un solo parto), todas ellas martirizadas. Y, otrora, una parte caritativa, las 22 calderas de cobre para alimentar a los pobres en otras épocas y hoy generalizadas para los fieles sin distinción social.

Su patronazgo es especial en España y otras ciudades del extranjero. En nuestra provincia se venera, además, en Toràs.

Profesor