La dieta idónea puede contener carbohidratos de absorción lenta (pan, pasta, arroz y legumbres), aunque se recomienda cuidado con la cantidad de pan.

Las grasa no deben superar el 25% del total de la dieta. Los embutidos serán eliminados y la carne debe ser poco grasa, sin pasar de 3 veces por semana, aunque es preferible que sea sustituida por el pescado, tanto blanco como azul.

La base de la alimentación son las frutas y verduras, con 3 ó 4 raciones de verdura y la fruta (todas salvo el aguacate, el plátano, las uvas y los higos por su contenido energético).

Los huevos no deben sobrepasar los tres por semana, mientras los lácteos se deben tomar descremados y los quesos frescos sin sal.

El ejercicio debe ser progresivo. Al principio bastan 15 minutos de ejercicio suave tres veces por semana (natación o bicicleta).