En el año 1974, el científico británico ya había descubierto que los agujeros no eran completamente negros ya que emitían una radicación, a la que se dio el nombre de radiación Hawking. Entonces, el astrofísico mantenía que los agujeros según se forman y se van evaporando en un proceso en el que irradian energía al tiempo que van perdiendo materia hasta desaparecer por completo. La teoría no explicaba qué ocurría con la materia que entraba en el agujero. Hawking ha resuelto ahora el enigma. Por eso, ha perdido la apuesta que había hecho con su colega, el científico John Preskill. La recompensa para él ha sido una amplia enciclopedia sobre béisbol.