El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró ayer su apoyo a la Iglesia católica al asegurar que está garantizado el derecho de los padres a la enseñanza de la religión como materia curricular en la escuela pública. No obstante, precisó que no debe tener carácter obligatorio para todos.

Zapatero se desmarcó en una entrevista en la Cadena SER de la propuesta del Consejo Escolar del Estado de que la clase de religión salga de las aulas. Sin embargo, Zapatero defendió que la asignatura de religión no debe ser una materia evaluable porque "parece que no tiene mucho sentido que la calificación en esa materia lleve a determinar un currículum, una beca o lo que puede ser el acceso".

Por su parte, Luis Carbonel, presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA), declaró tras una entrevista con la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, que "conviene que todos conozcan el hecho religioso".

San Segundo, pidió el esfuerzo de todos los representantes del sector "para alcanzar una solución que combine los derechos de las personas que desean que sus hijos reciban clase de Religión y los que no quieren".