La persistente inseguridad del empleo es una amenaza importante para la salud de los trabajadores, de acuerdo con un nuevo estudio hecho público ayer.

El estudio usó datos de largo plazo de dos encuestas de muestras representativas nacionales de la población de EEUU para evaluar el impacto de la inseguridad crónica en el empleo, aparte de la pérdida del empleo en sí misma."Los grandes cambios habidos en el mercado laboral de EEUU han debilitado los lazos entre empleadores y empleados y han alimentado las percepciones de inseguridad en el empleo", aseguró la socióloga de la Universidad de Michigan, Sarah Burgard. Los primeros datos del análisis apuntan que la inseguridad crónica del empleo es el factor más fuerte para vaticinar los problemas de salud, "que el tabaquismo o la hipertensión".

Para realizar el estudio, se contó con la participación de 1.700 adultos, cuyos datos fueron recogidos en períodos de tres a diez años. Según los investigadores, resulta "sorprendente" que la inseguridad del empleo crónicamente elevada esté "vinculada de manera más fuerte" con el deterioro de la salud "que la pérdida real del empleo, o el desempleo", concluyen.