Unicef ha dado la voz de alarma. La crisis golpea cada vez con más fuerza las condiciones de vida de los niños y sus expectativas de futuro. El 26% de los menores españoles, 2,2 millones, vive en familias que ingresan menos de 16.000 euros al año, el límite a partir del cual se considera que están por debajo del umbral de la pobreza. Según el informe presentado ayer lunes en Madrid por la propia organización internacional, en los dos últimos años 205.000 chicos se han unido a este furgón de cola social.

Esta situación perjudica tanto su desarrollo físico, al deteriorar la alimentación y dificultar la atención médica, como sus posibilidades de escalar socialmente, debido a la reducción de gastos en educación y material escolar.

“La pobreza tiene rostro de niño. Hay más niños pobres y son más pobres”, resumió la directora de Unicef España, Paloma Escudero, tras reclamar al Gobierno que ponga a los niños y a sus familias en el “núcleo de la decisiones políticas” para que pasen a ser de “un colectivo invisible a un colectivo con futuro”.

No se trataría tanto de pedir que aumenten las ayudas sociales sino de evitar que les sigan afectando gravemente los recortes. Y en ello no está solo involucrado el Gobierno central. También las comunidades autónomas. “Las reducciones de ayudas han afectado sobre todo a las autonomías”, “que habían tenido una apuesta más decidida por la familia”, señaló la directora de Unicef.

El estudio está lleno de datos que deberían invitar a la reflexión de los responsables de las distintas administraciones. El número de hogares con niños con todos sus miembros sin trabajo, por ejemplo, ha crecido más del doble entre el 2007 y el 2010, concretamente un 120%. Y la vulnerabilidad de los hogares que antes de la crisis ya padecían una situación de pobreza crónica también ha aumentado.

En cuanto a persistencia e intensidad de la pobreza, la pobreza crónica ha aumentado en un 53% en tres años. Otro dato destacable es que en el 2010 el 13,7% de los niños vivía en hogares con un nivel de pobreza alta (familia con dos niños menores de 14 años con ingresos inferiores a 10.983 euros anuales), siendo la cifra más elevada de todos los países de la Unión Europea de los 15, y solo por debajo de Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27.

“Los costes de no actuar ahora no solo afectan a los niños y a las familias más vulnerables de forma inmediata, sino que comprometen el crecimiento y el bienestar de toda la sociedad a medio y largo plazo”, advirtió la directora de la organización en España. H