Río de Janeiro Como un sacerdote más, el papa Francisco confesó ayer a cinco jóvenes participantes en la XXVIII JMJ, en una jornada en la que resaltó la importancia que tienen los abuelos en las vidas de las familias y dijo que niños y ancianos “construyen el futuro de los pueblos”. Para respetar la privacidad del encuentro con los cinco jóvenes, el confesionario estaba en un lugar reservado del parque. EFE