La familia del extesorero del PP Luis Bárcenas abrió la puerta de su casa a un hombre, ya detenido, que iba vestido de cura y que dijo que era de Instituciones Penitenciarias y quería hablar de la situación del preso, aunque después les encañonó con una arma y les maniató.

El falso sacerdote ha llamado a la vivienda de Bárcenas, situada en la madrileña calle de Príncipe de Vergara, y tras presentarse como funcionario de Prisiones que venía a charlar con la familia sobre la situación del recluso, ha logrado que ésta le abra la puerta, según han explicado a Efe fuentes de la investigación.

Ya en la casa, pide a la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, a su hijo y a la empleada del hogar que se sienten en el sofá del salón porque tiene que elaborar un informe.

Es entonces cuando saca un arma real, pero muy antigua y con munición de fogueo, con la que apunta a las tres personas para exigirles que les entregue los "pendrive" de la supuesta contabilidad B del PP con la intención de demostrar que "el Gobierno miente".

El ahora detenido logra maniatar a los tres, aunque el hijo finalmente consigue desatarse gracias a la ayuda de otra persona, que al parecer realiza funciones de seguridad en la finca, según han precisado otras fuentes. Han sido los dos hombres quienes reducen al agresor.

En esos momentos de confusión, la empleada del hogar ha cogido la pistola, ha salido corriendo a la calle y ha entrado en un bar situado junto al edificio donde ha entregado el arma a un camarero, quien la ha guardado hasta que han llegado los agentes de Policía Municipal, que son los que han detenido al hombre.

Fuentes de la investigación apuntan que el detenido, Enrique O.G, de 64 años, tiene algún tipo de trastorno psicológico y cuenta con antiguos antecedentes en los años sesenta y setenta por tráfico de drogas y robo con fuerza.

El arrestado se encuentra en estos momentos en la Brigada Provincial de Moratalaz.

Por su parte, los facultativos del Samur han atendido a la mujer de Bárcenas, su hijo y la empleada del hogar por crisis de ansiedad y heridas en las muñecas, provocadas por las bridas que utilizó el agresor.

Además, el hijo de Bárcenas presentaba algunos golpes, aunque finalmente todos han sido dados de alta en el lugar, mientras que el agresor se ha negado a ser atendido por los servicios sanitarios.