Adou ya puede respirar un poco más tranquilo. La secretaría general de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo le concedió ayer un permiso temporal de residencia en España al tener en cuenta sus “circunstancias excepcionales”. Unas circunstancias que hablan de cómo el pasado 7 de abril le metieron en una maleta para que cruzara la frontera de Ceuta y se reencontrara con sus padres. Pero el reencuentro tardará aún en producirse, dado que habrá que esperar a que las pruebas de ADN confirmen que sus padres son quienes dicen serlo.

Esta comprobación resulta además vital para su progenitor, Alí O., que permanece en prisión desde entonces acusado de un supuesto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Precisamente, el juzgado de instrucción 5 de Ceuta denegó ayer su puesta en libertad. H