Allí donde los votos de Vox son determinantes, los derechos del colectivo LGTBI pueden sufrir retrocesos, como se ha puesto de manifiesto en los últimos días. En Madrid o Murcia la ultraderecha exige derogar las leyes a favor de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales para apoyar un Gobierno de PP y Cs. En la Comunitat Valenciana, el partido liderado por Santiago Abascal ha impedido una declaración institucional en Les Corts con motivo del Día Internacional del Orgullo. Y así, suma y sigue.

Esta situación provoca que en Madrid los organizadores de la celebración del Orgullo, que comienza hoy y rendirá homenaje a las revueltas de Stonewall y a los primeros luchadores de la causa en España, prevean unos actos más reivindicativos que nunca.

El colectivo LGTB+de Madrid exigió a los partidos firmar un decálogo de medidas a favor de estas personas, que pedía a las formaciones «no valerse de los partidos que defienden una ideología de extrema derecha para gobernar». En consecuencia, PP y Cs no lo han suscrito y han sido vetados del desfile principal. No tendrán carroza propia en el colorido recorrido, que este año se realizará el sábado 6 de julio, ni podrán figurar en la pancarta central.

El PP ha ordenado que la bandera LGTBI ondee en el ayuntamiento durante las fiestas, pese a que Vox le pidió que no lo hiciera. En campaña, el partido ya apostó por trasladar el Orgullo fuera del centro de Madrid, a la Casa de Campo, pero de momento no se ha salido con la suya.