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Erupción en Canarias

Volcán de La Palma | Un año y 565 millones después

La lluvia de millones que ha caído sobre la ‘isla bonita’ no ha evitado que aún hoy haya ciudadanos y familias que no han recibido ni un solo euro; "nada", aseguran desde la plataforma de afectados por la erupción del volcán

El volcán de Cumbre Vieja en La Palma, a 27 de septiembre de 2021. EP

Un año y más de 565 millones después, La Palma vive sumida en una crisis sin precedentes. Esos 565 millones de euros son la suma de las ayudas "ya entregadas" para paliar la situación límite que tantos hogares y empresas vienen soportando desde la erupción en Cumbre Vieja aquel infausto 19 de septiembre de 2021. Una lluvia de millones que tiene muchos asteriscos y que no ha evitado que aún hoy haya ciudadanos y familias que no han recibido "nada". Es más, hay quienes ni siquiera han percibido todavía las ayudas por la pérdida de enseres, es decir, por la pérdida de esos muebles, utensilios y electrodomésticos sepultados bajo toneladas de ceniza o destruidos por el fuego. "Unas 600 familias", explican desde la plataforma de afectados por la erupción, aún no han recibido ese dinero.

Trámites

Los últimos datos de los Gobiernos central y regional cifran en 7.860 las solicitudes de ayuda de ciudadanos, hogares y empresas de la isla bonita. La gran mayoría de esos expedientes, un total de 7.091 –alrededor de nueve de cada diez–, ya se ha "iniciado", y hasta 6.844 incluso están "firmados". Continúan en trámites otras 247 solicitudes, con lo que las restantes 769, según la terminología empleada por la Administración, aún no se han "iniciado", o dicho de otro modo: todavía están en los cajones. En cualquier caso, hay que subrayar que una cosa es que se reconozca el derecho de una persona o familia a percibir una determinada ayuda y otra cosa muy distinta es que esa persona o familia efectivamente perciba la ayuda. Ocurre en muchos ámbitos de la Administración pública, con el ejemplo palmario de la deficiente atención y cuidado de las personas dependientes, y ocurre ahora, claro, en La Palma. Y tampoco es lo mismo consignar una partida en los presupuestos que ejecutar –gastar de manera efectiva en lo que estaba previsto– la partida en cuestión. Sea como sea, los Ejecutivos estatal y autonómico aseguran que las ayudas "ya entregadas" ascienden a, exactamente, 565,54 millones de euros. Eso sí, entran ahí las cantidades destinadas para carreteras y demás infraestructuras dañadas, por ejemplo, con lo que en modo alguno debe entenderse que esos 565 millones se han entregado a los damnificados del volcán. No al menos de forma directa.

Vivienda

Los Gobiernos cuantifican en 257,52 millones de euros las ayudas "materializadas" para vivienda y alojamiento, esto es, para dar un techo a esas personas cuyas casas desaparecieron bajo la lava, acabaron destrozadas por el fuego o quedaron en lugares inaccesibles. No obstante, hay que puntualizar que la mayor parte de esa suma, hasta 186,2 millones, corresponde a las indemnizaciones recibidas por los propietarios de 6.883 inmuebles asegurados. Es decir, es el montante desembolsado por el Consorcio de Compensación de Seguros a los dueños que tenían sus casas con la póliza en regla. La indemnización media por vivienda asciende a 27.000 euros. Los restantes 71,3 millones son, por tanto, las ayudas propiamente dichas. Un total de 26,63 millones es la suma recibida del Estado por 497 familias que perdieron su vivienda principal durante la erupción. Otros 11,86 millones se han destinado para las promociones en las localidades de Breña Baja, El Paso, Tazacorte, Fuencaliente y Los Llanos de Aridane, que suman 174 viviendas, y 7,1 millones se han empleado en la compra de 121 casas prefabricadas o modulares. A esta última cantidad hay que sumar los 789.600 euros invertidos en la urbanización de los solares donde se han instalado esas casas modulares. De momento se han entregado 139 de esos 295 inmuebles de todo tipo, si bien los últimos datos de la consejería del área elevan a 300 las viviendas ya asignadas –que no entregadas–. Las restantes 161 se están montando.

Fátima Ramos, vecina de La Palma que perdió su casa durante la erupción –el inmueble quedó sepultado bajo 35 metros de ceniza y rocas–, lamenta la disposición y distribución de esas viviendas de madera o prefabricadas. "Contenedores", en sus propias palabras. Ramos, portavoz de la plataforma de afectados, reta al Gobierno de Canarias a que diga cuántas personas y familias han renunciado a residir en esos espacios. Ella misma es una de las que no están dispuestas a alojarse en unas casas "apiladas y sin espacio entre ellas", por lo que ha renunciado. De momento vive con sus suegros, aunque hay quienes no tienen alternativa alguna y han de conformarse con las viviendas modulares.

Luego están las ayudas para el pago del alquiler, de las que se están beneficiando 488 familias del Valle de Aridane, aunque estas "no cubren el cien por cien" del recibo, aseguran desde la plataforma. La Administración pública ha gastado hasta el momento en esta subvención 4,3 millones de euros, a los que hay que sumar otros 8,12 millones destinados para el alojamiento de damnificados en hoteles y apartamentos. En el capítulo del alojamiento están también el millón de euros transferido a la Federación Canaria de Municipios (Fecam) para la adquisición de viviendas y los 11,5 millones de las ayudas por la pérdida de enseres, esas que ya han percibido 425 familias, según el Gobierno, y por las que aún esperan, según la plataforma de afectados, otras 600.

En cuanto a los 30.000 euros anunciados por el jefe del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, durante la Conferencia de Presidentes celebrada en marzo en la isla bonita, lo cierto es que seis meses después siguen sin materializarse. Juan Fernando Pérez Martín, presidente de la plataforma de afectados, denuncia que esa ayuda extraordinaria en favor de quienes perdieron su vivienda sencillamente "no llega". El Gobierno autonómico insiste en que su compromiso es firme, "y Román Rodríguez [vicepresidente y consejero de Hacienda] ha dicho que hay dinero, que no es un problema de dinero; entonces, ¿cuál es el problema?", se pregunta Fátima Ramos. De cualquier forma, recuerdan los afectados, en Galicia se indemniza a los damnificados de los incendios en O Courel y Valdeorras con hasta 122.400 euros en el caso de la vivienda habitual, una cuantía que, además, es compatible con las ayudas estatales y las indemnizaciones del Consorcio de Seguros. Hasta esos 122.400 euros, la Xunta sufragará el coste íntegro de la remodelación o el reemplazo de la casa. Ni siquiera juntando todas las posibles subvenciones satisfechas o prometidas, como los susodichos 30.000 euros pendientes de abonar por el Gobierno de Canarias, llegarían los palmeros a recibir una indemnización como la que cobrarán los gallegos.

Empleo

Aunque las familias que se han quedado sin vivienda son la principal preocupación, la crisis que sufre La Palma va mucho más allá. De entrada en lo relacionado con el empleo. Para paliar el daño que la erupción ha causado en el tejido productivo isleño, con cultivos donde trabajaban centenares de personas que han quedado destrozados, se han invertido hasta el momento 60,9 millones de euros para la contratación de 3.543 desempleados. Además, otros 200.000 euros se han gastado hasta la fecha para complementar la Prestación Canaria de Inserción (PCI) de los beneficiarios de los municipios más golpeados por la erupción.

Atención social y psicológica

Entre las medidas para promover el empleo y para paliar la emergencia social figuran también, al margen de esos 61,1 millones para el plan laboral y para complementar la PCI, los 6,5 millones con que los ayuntamientos reforzaron la asistencia a los damnificados, sobre todo en las primeras semanas tras la erupción. Un dinero que sirvió para la compra de mantas, camas, ropa, calzado, alimentos... No se incluyen ahí el millón de euros para la puesta en práctica del plan de apoyo psicológico a los afectados ni los 30.000 euros de los contratos suscritos con el Colegio de Psicólogos antes de la elaboración del plan. La Consejería de Educación ha puesto otros 1,5 millones para afrontar gastos originados por la crisis en el ámbito escolar. Todo ello sin contar con los 18,24 millones que empresas y ciudadanos de todo el mundo han donado al Cabildo insular y a los ayuntamientos del Valle de Aridane.

Sector primario

La erupción no solo destruyó cientos de casas, sino también cientos de explotaciones agrarias, en particular muchas hectáreas de plataneras. Los Gobiernos han movilizado hasta el momento 48,8 millones de euros para contribuir a la recuperación del sector primario, pero de nuevo hay que precisar que la mayor parte, 29,9 millones, corresponde a las indemnizaciones que el Consorcio de Compensación de Seguros ha abonado a los propietarios de 538 explotaciones –y otros negocios– afectados por el volcán. De todas formas, el subsector platanero ha recibido ayudas por importe de 14,63 millones de euros, y los productores de aguacates y otras frutas tropicales –cultivos que estaban en alza hasta la erupción del Tajogaite–, un total de 270.163 euros. Ganaderos y pescadores han percibido otros 566.763 euros. Los Ejecutivos de Pedro Sánchez y Ángel Víctor Torres también incluyen entre estas ayudas los dos millones en avales públicos a través de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria, un ente que tiene como finalidad facilitar la financiación de actividades e iniciativas en el sector primario. Por último, 1,45 millones han costado hasta la fecha las campañas del Ministerio de Agricultura para promover el consumo de productos del campo palmero.

Carreteras

En cuanto a las carreteras sepultadas o dañadas durante la erupción, destacan por su cuantía los 38 millones de euros de la adjudicación de las obras de construcción de la nueva vía costera entre Tazacorte y la localidad de Puerto Naos. Una cantidad que los Gobiernos también consideran entre las ayudas ya abonadas o materializadas, como también los 1,8 millones de euros para el nuevo trazado de la carretera que conecta Las Manchas con Puerto Naos, un criterio como poco discutible a juicio de los afectados.

Infraestructuras

Al margen de la red viaria, la instalación de desalinizadoras de emergencia ha supuesto hasta la fecha un desembolso de nueve millones de euros, a los que hay que añadir los 11 millones de los fondos de garantía del riego agrícola del Ministerio para la Transición Ecológica. Las obras para la construcción de un embarcadero en La Bombilla, en el municipio de Los Llanos de Aridane –La Bombilla es junto con Puerto Naos uno de los núcleos de población más afectados por los gases nocivos que emanan del suelo tras la erupción–, han costado hasta hoy otros 1,6 millones de euros. La reconstrucción, remodelación y reparación de la restante infraestructura dañada en el Valle de Aridane –tuberías, canalizaciones, señales, caminos...– les han acarreado a las arcas públicas un gasto de otros 32,8 millones. Las pérdidas en la infraestructura municipal e insular son, en todo caso, mucho mayores, ya que hay espacios públicos que sencillamente han desaparecido.

Autónomos y empresas

Hasta la fecha son 522 las empresas y trabajadores autónomos que han recibido una parte de los 10,8 millones de euros en ayudas directas a los negocios afectados por el Tajogaite. La subvención media asciende así a menos de 20.700 euros. Las bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social de los autónomos que no pueden trabajar con normalidad, o que directamente no pueden trabajar, han supuesto otros 9,67 millones. Y a medio camino entre las ayudas al tejido empresarial y las ayudas a los trabajadores están los 2,1 millones de euros para incrementar el apoyo económico a los asalariados en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a causa de la erupción.

Todo lo anterior integra el grueso de las ayudas públicas, cuando menos bajo la consideración de los Gobiernos español y canario, aunque también hay sumas importantes para la puesta en práctica de proyectos de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), 2,6 millones; para subvencionar a la Fundación Canaria Reserva de la Biosfera La Palma, un montante de 15 millones de euros con cargo a los presupuestos del Ministerio para la Transición Ecológica; para la recuperación del área de influencia socioeconómica del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, otros diez millones; y para otras medidas para la prevención y mitigación de los daños sufridos en la biodiversidad y el patrimonio natural de la isla bonita, para las que se han movilizado ya 15,3 millones. Todo ello sin olvidar los 9,4 millones de euros del programa turístico La Palma renace.

Los afectados retan al Gobierno de Canarias a que diga cuántas personas y familias han renunciado a alojarse en las viviendas prefabricadas modulares

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Ahí casi está la totalidad de los 565 millones en "ayudas ya entregadas". ¿Hasta qué punto puede considerarse una «ayuda ya entregada» el dinero destinado para, por ejemplo, la inexcusable reparación o construcción de una carretera? ¿Y las decenas de millones de euros abonadas por el Consorcio de Compensación de Seguros? Desde la plataforma de afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja dicen que sí, que serán 535 millones, pero que esta lluvia ha caído en su mayor parte "en las carreteras, en el suelo y en las viviendas provisionales, que hay que insistir en que no son nuestras", argumenta Fátima Ramos. "Las ayudas siguen viniendo a cuentagotas, y hay gente que ni siquiera ha cobrado la ayuda por los enseres", insiste la portavoz ciudadana. "Que nadie piense que los afectados estamos recibiendo grandes cantidades, ni muchísimo menos", agrega. La gestión está siendo "nefasta", añade por su parte Juan Fernando Pérez Martín, quien asegura que la labor de la Administración se ha caracterizado por "la complacencia, el silencio y el olvido".

Los Gobiernos central y regional incluyen las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros entre las ayudas ya entregadas para la reconstrucción de La Palma

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¿Qué piden los damnificados? Que se les indemnice por el valor de sus viviendas y que se les permita acceder a nuevo suelo en el que construir, y ello con independencia del lugar en que se encuentre el terreno y al margen de que este fuera o no de su propiedad antes de la erupción –esta posibilidad está ahora circunscrita a quienes tuvieran suelo fuera del Valle de Aridane en el momento en que el volcán comenzó a escupir lava–.

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