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Entrevista

Guillermo López Lluch, catedrático de biología celular: "Sedentarismo, obesidad y estrés son la semilla de los males que nos van a llegar"

El catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide desvela las claves de la actividad física y el envejecimiento en la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULPGC

El investigador Guillermo López Lluch durante la entrevista, en la capital grancanaria. ANDRÉS CRUZ

La actividad física en la etapa del envejecimiento mejora todos los parámetros de las enfermedades crónicas asociadas a la edad. Así lo afirmó Guillermo López Lluch, catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) durante su participación en el Simposio internacional sobre actualización en Actividad Física, Salud y Rendimiento Deportivo, celebrado en la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULPGC.

-¿Cómo influye la actividad física en el proceso de envejecimiento?

-Influye muchísimo, de hecho hay numerosos estudios que demuestran que mantener la actividad física durante el envejecimiento ayuda a mejorar las enfermedades crónicas que tienen las personas mayores -diabetes tipo 2, merma de la capacidad cognitiva, colesterol alto, problemas cardiovasculares...-. Hace unos días ha salido un artículo de científicos que estudian el envejecimiento de forma importante, en el que afirman que todos los parámetros de las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento mejoran con la actividad física. Está muy claro que hay que mantener las células activas.

-¿A qué se refiere cuando dice que la actividad física es más que un hábito saludable?

-Las personas que se mantienen físicamente activas durante más tiempo, incluso siendo mayores, hacen más cosas, tienen más vida social y son capaces de tomar decisiones más rápido, porque están mucho más activos. Pero es que además, tiene efectos en la capacidad cognitiva, porque el ejercicio no sólo mejora el músculo y la capacidad física, sino que el cerebro mejora en el sentido de que se mantiene más activo.

-¿Qué enfermedades se pueden frenar o incluso prevenir con el ejercicio físico?

-Todas las que son crónicas asociadas al sedentarismo. La diabetes tipo 2 está asociada fundamentalmente a personas mayores y a la obesidad porque depende mucho de la actividad de músculo, ya que es el músculo el que absorbe la glucosa cuando comemos. Los problemas de colesterol alto, que a su vez se asocian a problemas cardiovasculares, ya que si tenemos colesterol alto se va a oxidar más fácilmente y se va a pegar a las arterias dando lugar a problemas cardíacos. Pero además, la capacidad cognitiva o mental también está influyendo, incluso la capacidad renal, para que el cuerpo pueda depurar. Tanto que se haba de tomar cócteles de cosas que sean depurativas y antioxidantes, cuando el ejercicio físico también mejora esa capacidad, porque con los riñones y el hígado los que depuran nuestro cuerpo, y entonces funciona mucho mejor.

-¿Qué tipo de ejercicios son los más recomendables en edades avanzadas?

-Son necesarios todos. Podríamos dividir el ejercicio físico en dos grupos, los que son de fuerza y los que son de capacidad aeróbica, andar, y hacen falta los dos. En los de fuerza no es necesario levantar 20 kilos, basta con pesos pequeños para mantener el tono muscular y eso ya te ayuda a llevar bolsas, coger cosas del armario...; pero también es importante la capacidad de andar, subir las escaleras... En definitiva, una actividad física moderada, incluso en lugar de coger el coche para ir de compras a un sitio que está a media hora de casa caminando, mejor ir andando, incluso se tarda menos que en aparcar.

-Teniendo en cuenta las ventajas del ejercicio físico en el proceso de envejecimiento, ¿qué pasa con los hábitos nutricionales, es cierto que la restricción calórica alarga la vida?

-En todos los modelos de organismos que se han estudiado, se ha demostrado que la restricción calórica beneficia porque lo que está diciendo al cuerpo es que tiene que depurarse, en el sentido de que tiene que eliminar cosas que no le sirven y coger lo que necesite. Es como cuando tienes el frigorífico lleno y no sabes qué comer, pero cuando ya lo tienes medio vacío vas seleccionando y buscando la mayor rentabilidad. Pues el cuerpo hace prácticamente lo mismo, busca la mejor rentabilidad para obtener mayor beneficio, y eso depura, elimina sustancias y células que están dañadas, mejora la actividad de células que estaban funcionando a medias...., Eso hace la restricción calórica, pero también lo hace el ejercicio físico.

-Su actividad investigadora ha estado centrada en el estudio de la importancia de la regulación metabólica y antioxidante relacionada con el proceso de envejecimiento y la coenzima Q10 como factor antioxidante. ¿Qué importancia tiene la coenzima Q10 y cómo se pueden mantener altos sus niveles en el organismo?

-La coenzima Q10 es el gran desconocido y es muy interesante. Es una sustancia que tienen todos los organismos de este planeta, y no se puede vivir sin ella. Nosotros estudiamos en el laboratorio casos de familias que tienen niños con mutaciones en el sistema de síntesis de la coenzima Q10, no la pueden sintetizar, y normalmente la enfermedad es horrorosa y los niños mueren relativamente pronto. Incluso sabemos que hay muchas mutaciones que no llegan a término, es decir, que el niño no puede nacer. La coenzima Q10 es esencial para que funcione la mitocondria que es el orgánulo que fabrica energía dentro de la célula, pero también es esencial para mantener reducidas las membranas, una especie de bolsitas de grasa que recubre las células, de forma que no se oxiden; y el colesterol de la sangre, que cuando se oxida es muy peligroso porque puede producir las placas arterioescleróticas que afectan a los vasos sanguíneos. Digo que es el gran desconocido porque todo el mundo conoce que está en las cremas, pero nadie sabe que es esencial para la vida. El problema, es que conforme vamos envejeciendo, nuestras células van perdiendo la capacidad de sintetizarlo, y en algunos casos hay que suplementarlo. Hay productos en el mercado, no todos funcionan igual, hay que tener cuidado con eso y saber cuáles tomar. Pero la actividad física también lo mantienen alto.

-¿Se ha demostrado que los niveles altos de coenzima Q10 en sangre mantienen la capacidad mental en personas mayores?

-Si, en el último estudio que hemos realizado, a partir de datos de plasma de sangre, hemos encontrado que había una relación muy directa ente la capacidad cognitiva de las personas y la actividad física, pero también en la coenzima Q10 porque creemos que mejora la actividad del sistema circulatorio que alimenta el cerebro, de manera que evita la inflamación y el deterioro. No obstante, es una hipótesis, todavía no tenemos datos porque lo único que hemos encontrado es una correlación, hay estudios hechos en célula que apuntan a esa posibilidad y queremos seguir investigando en eso.

-Usted trabajó con David Sinclair, el investigador de la Universidad de Harvard que estudió el efecto de las sirtuinas, para frenar el envejecimiento y alargar la vida. Actualmente se ha tachado estas investigaciones de fraude, se dice que las sirtuinas no tienen ninguna influencia significativa sobre el envejecimiento desde la perspectiva de producir terapias y tampoco el resveratrol, como posible candidato a fármaco contra el envejecimiento. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Los sistemas metabólicos son extremadamente complejos de estudiar, en el sentido de que si enseñase ahora mimo un mapa metabólico de todo lo que ocurre a una célula en cualquier momento dado, verían toda una serie de rutas muy interconectadas donde hay miles de reacciones. Y hay una serie de proteínas que controlan esas reacciones, que son esenciales, cuando empiezan a funcionar mal todo se desregula. Las sirtuinas empezaron a aparecer de una manera y luego han adquirido otra importancia porque regula esa ruta a través de una modificación de otras proteínas que no se conocían o se conocían muy poco, yo no descartaría su estudio. Lo que pasa es que regular esas proteínas ya es otra historia. Yo trabajé con David Sinclair en un artículo que se publicó en Nature, con el resveratrol, que produce efectos antiinflamatorios. El resveratrol pertenece a una familia de moléculas denominadas polifenoles que están en las verduras de colores y la fruta. Esos compuestos tienen mucha importancia porque son una especie de vacuna pero metabólica, mantiene los sistemas de depuración activos contra compuestos que hacen daño.

-¿Hacia dónde avanza la ciencia en el campo del envejecimiento y la salud?

-Ahora mismo hay dos vertientes. Hay unos grupos que piensan que podríamos conseguir alargar la vida, tener más años, incluso han llegado a decir de llegar a los 200 años, y para ello se están enfocando en eliminar unas células que están dañadas, que se llaman senescentes o células viejas, que se acumulan, no hacen nada y estorban, y ponen el foco en eliminarlas porque piensan que el cuerpo puede repararse de alguna manera. Yo creo que eso no va a poder ser, porque es muy difícil eliminar esas células sin tener muy clara la función que están haciendo. Y la otra vía es la de aumentar la salud durante la vida, es decir, que podamos vivir los mismos años, 90 o 100 años, pero con mayor salud durante más tiempo. El deterioro está, va a seguir ocurriendo, pero al menos, que vaya más lento y que las capacidades físicas y de salud se mantengan durante mas tiempo.

-¿Cree posible un fármaco antienvejecimiento?

-No, no creo que ningún fármaco pueda ayudar a eliminar el envejecimiento, porque el envejecimiento es como la niñez, la juventud o la madurez, es una etapa más del desarrollo de los organismos. No creo que haya ningún fármaco o combinación, capaz de tocar algo que frene el envejecimiento.

-Teniendo en cuenta la situación actual en el mundo, cada vez con más tasas de obesidad, más sedentarismo y malos hábitos de vida, ¿sale a cuenta alargar los años de vida?

-El sedentarismo, la obesidad, la malnutrición y el estrés, cuyo exceso es muy grave, son la semilla de los males que nos van a llegar más adelante. Todo eso está sembrando pequeños daños dentro del cuerpo que luego nos van a dar la cara y nos van a fastidiar cuando seamos mayores. Sobre todo hay que tener una vida más relajada, quitarse el estrés, comer bien, que quiere decir comer de todo, no hace falta una dieta desequilibrada, y hacer ejercicio. El cuerpo se adapta al sedentarismo muy fácilmente, te vuelves vago, y eso es terrible, porque acabas desarrollando diabetes tipo 2, problemas de colesterol, cardiovasculares, pulmonares..., y al final aparece el infarto o un ictus.

-¿Cuál sería su mensaje en este sentido y hacia quién iría dirigido?

-A mi me gustaría hacer una llamada, sobre todo, a las administraciones públicas en el sistema de salud, porque como dice el dicho tan español, es mejor prevenir que curar. El sistema público de salud debería hacer un esfuerzo especial en las terapias preventivas. Igual que han hecho un esfuerzo en la mejor terapia preventiva de las enfermedades infecciosas que es la vacunación, el mejor remedio para frenar las enfermedades crónicas que afectan a las personas mayores y especialmente a una sociedad que está envejeciendo, porque cada vez hay más porcentaje de personas mayores, es la terapia preventiva.

-¿Qué acciones englobaría esa terapia preventiva?

-La terapia preventiva quiere decir que los cuidados de Atención Primaria tienen que mejorar, los centros de salud no sólo deberían tener médicos y sanitarios, sino también profesionales de la actividad física, que prescribiesen buena actividad física, buena nutrición, e incluso psicólogos que ayudasen a las personas a mantener una vida más positiva y menos estresante. Esa sería la semilla para evitar esas enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento que van a ser un gran problema dentro de nada, porque la sociedad está envejeciendo y van a acabar colapsando los servicios sanitarios. Si tratas desde el principio un pequeño problema cardiovascular, puede ser que esa persona no tenga un problema más grave más adelante, pero si no lo tratas puede tener un infarto y eso se traduce en que va a necesitar una cama de hospital, un quirófano y una serie de tratamientos mucho más caros. En definitiva, las terapias preventivas, incluyendo la actividad física, son muy importantes, porque previenen problemas de salud y gastos futuros mucho más costosos.

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