El juez ha condenado a dos años y cuatro meses de cárcel a Joan Carles Solé, propietario de la casa de colonias Can Curtius, y a dos años de prisión a Joaquim Segura, profesor de gimnasia del colegio Badalonés, como autores de dos delitos de homicidio por imprudencia por la muerte de dos niños que fallecieron ahogados en mayo de 2001 en la riera de Merlés (Barcelona).

La sentencia condena también al propietario de la casa de colonias, al que considera organizador de la actividad de cruzar la riera con los escolares atados a una cuerda, a seis años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de monitor.

El fallo establece que los condenados indemnizarán conjunta y solidariamente a los padres de los dos niños fallecidos, con más de 147.000 euros a cada familia, y declara la responsabilidad civil subsidiaria en el pago de las indemnizaciones de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio Badalonés de Badalona (Barcelona), mientras que absuelve al centro escolar de su responsabilidad subsidiaria.

CRUZAR LA RIERA El accidente de la riera de Merlés se produjo el 28 de mayo del 2001 cuando Cristian Rodríguez y Alba Muñoz, de 9 y 10 años respectivamente, fallecieron ahogados mientras cruzaban la riera de Merlés atados a una cuerda en una zona del término de Llu§á (Barcelona). Durante la actividad, a la que se apuntaron 16 alumnos, se ató una cuerda de 85 metros de longitud a unas rocas y a unos árboles y se decidió que los niños atravesaran la riera en grupos de seis, sujetos a la cuerda mediante un arnés individual provisto de un mosquetón con rosca de seguridad.

CANSANCIO El primer grupo de niños que inició la travesía estaba encabezado por Cristian y Alba y, a medio recorrido, el niño comenzó a tirar de la cuerda por cansancio, lo que provocó que la cuerda se hundiese un metro y medio y arrastrara también a la niña hacia el fondo de la poza, sin que los monitores pudiesen hacer nada por ellos.