Al menos 28 personas murieron en explosiones de gas registradas en España desde el año 2000 hasta la producida ayer en Cuenca.

El suceso más grave tuvo lugar el 14 de agosto del 2003 en un edificio de la barriada sevillana de Las Letanías, provocada de forma intencionada, en el que murieron cuatro personas, incluido el autor de los hechos, y más de 30 resultaron heridas.

El año con más víctimas mortales fue el 2000. Tres miembros de una misma familia (matrimonio e hija) fallecieron en Valladolid. Otros dos hombres murieron en Ecija (Sevilla), y una explosión de gas propano mató a tres personas en Esparreguera (Barcelona).