La Audiencia de Castellón ha ordenado al juzgado de Vinaròs seguir investigando por un presunto delito de homicidio con imprudencia grave por omisión el caso en el que falleció una niña de 18 meses en una guardería. La Audiencia revoca así la transformación del procedimiento en un juicio de faltas que había dispuesto el juzgado de Instrucción de Vinaròs, recurrida por una de las partes por considerar que "dejar una criatura de 18 meses sin vigilancia y cuidado, al menos 4 minutos, constituye la más grave y temeraria de las imprudencias".

"PUDO ESTAR DESATENDIDA" La sala estima que "no puede descartar toda posibilidad de que la posible imprudencia en que pudieron incurrir las personas encargadas del cuidado y vigilancia de la menor pueda ser calificada como grave". "Existen indicios de que L.R.C. pudo estar desatendida o no vigilada durante un tiempo más o menos prolongado pero, en todo caso, excesivo".

Lo fundamenta en el hecho de que quien estaba a cargo de la clase tuvo que ausentarse para ir al lavabo y una única persona hubo de quedarse al cuidado de 26 niños menores de dos años. Esta última dio a entender que, desde la posición en que se colocó para vigilar las dos clases, no controlaba a todos los niños.

A su vez, indica que "era evidente que había perdido de vista a la menor" porque tuvo que ser una tercera cuidadora la que le apercibió para que tuviera cuidado de la niña que estaba junto a la puerta que comunica la clase con los lavabos de los niños. A su vez, considera que el tiempo de desatención "pudo ser prolongado o excesivo" pues "las maniobras de la menor para aproximarse y subirse a la toma de agua del radiador existente junto a la puerta y para asomarse o encaramarse sobre esta última, no pudieron ser muy rápidas".

Y testimonió que, cuando recogió a la niña de la puerta, ya estaba, sin sentido, desmayada. "No nos atreveríamos a descartar que la posible imprudencia cometida no pueda ser calificada como grave", añade el auto".