Un hombre falleció ayer en la playa del Arenal de Burriana después de ser arrastrado por la corriente unos 200 metros. Se trata de la primera víctima mortal que se cobran las costas de la provincia en la temporada estival del 2011. El individuo, según los testigos presenciales del suceso, burló la bandera amarilla que a esa hora ondeaba para alertar del mal estado del mar, picado por las rachas de viento en la zona.

Al parecer, la víctima, de unos 41 años de edad, estaba bañándose en solitario a las 19.50 horas de ayer cuando la fuerte corriente que a esa hora predominaba en el tramo del Arenal le impidió regresar a nado hasta la costa.

Los socorristas que a esa hora culminaban el turno de guardia en la concurrida playa dieron la voz de alarma para intentar auxiliar al bañista. Hasta el lugar de los hechos se desplazó de inmediato una unidad del SAMU, un Soporte Vital Básico (SVB) y otra dotación sanitaria del equipo de socorrismo que vigila las costas de la capital de la Plana Baixa.

También acudieron al rescate efectivos de la Guardia Civil de Burriana, una dotación de bomberos y la Policía Local, que se encargó de coordinar al resto de patrullas de auxilio, según confirmaron a este periódico fuentes de este cuerpo.

CORRIENTE // Los expertos en tareas de rescate recuperaron el cuerpo de la víctima, todavía con vida, flotando en el mar a unos 200 metros de donde más tarde encontraron sus objetos personales. Los efectivos sanitarios llevaron a cabo las tareas de reanimación pertinentes durante más de media hora, pero no pudieron salvar la vida de este vecino, que falleció pasadas las 20.30 horas.

La celeridad en los trabajos de rescate no tuvo su recompensa, por lo que los médicos del SAMU confirmaron la primera muerte por ahogamiento de la temporada estival en la provincia cuando empezaba a caer la noche en Burriana. Una persona del entorno de la víctima identificó el cadáver in situ alertada por la policía.

Curiosamente, la jueza de guardia se personó en el lugar de los hechos antes de que los sanitarios dieran por concluidas las tareas de reanimación. Por este motivo, el levantamiento del cadáver se produjo con mayor celeridad que en otras ocasiones, aunque las autoridades no pudieron evitar la expectación entre los bañistas que a esa hora recogían sus pertenencias y regresaban a casa.

La última víctima mortal por ahogamiento registrada en Burriana falleció el año pasado en la playa de la Malvarrosa.