El alcalde de Rasquera (Tarragona), Bernat Pellisa, lamenta que los daños del incendio que desde el martes ha arrasado más de 3.000 hectáreas de este municipio, de El Perelló, Tivenys y Benifallet son “incalculables” para los cultivos, los pastos y también para el turismo de paisaje que han intentado impulsar.

Pellisa resalta que los vecinos del municipio están “en estado de shock” al ver las consecuencias de lo ocurrido, después de que desde el jueves a las 22 horas el fuego esté controlado, y que ahora les queda volver a empezar y rehacer el paisaje afectado.

Un total de 35 dotaciones de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y tres helicópteros continuaban ayer trabajando en el incendio revisando el perímetro y haciendo tareas de vigilancia para evitar el rebrote de las llamas. De la superficie quemada, 2.350,52 hectáreas son matorrales, 212,94 de árboles y 204,85 de pastos, mientras que 203,39 son de terrenos improductivos, 108,38 pertenecen a cosechas y 1,51 a vegetación urbana. H