Doce personas han sido detenidas por la Policía Nacional tras el desmantelamiento en Tarragona de un megalaboratorio con capacidad para producir 20 kilogramos semanales de cocaína, el más importante descubierto en España desde que en 2011 se acabara en Madrid con el mayor que existía en Europa.

El inspector jefe de la sección de estupefacientes, Pedro Marín, explicó ayer que 20 kilogramos de cocaína pueden costar en el mercado entre 600.000 y 1.200.000 euros, dependiendo de si se vende a organizaciones de traficantes o al detalle.Marín destacó que un laboratorio de estas características es capaz de extraer de un kilo de cocaína base hasta 3 o 4 kilos de clorhidrato de cocaína, “que es lo que realmente se vende en la calle”.

Los 12 narcotraficantes detenidos se valían de la pantalla de una empresa de fabricación de souvenirs, ubicada en una masía de Vila-Seca (Tarragona), para extraer, procesar y adulterar la cocaína. El laboratorio fue construido en una zona rural para que la emanación de gases no llamara la atención.

En la operación policial han sido decomisados 22 kilos de cocaína, dos vehículos caleteados para esconderla y 3.500 litros de productos químicos para extraer la droga, que introducían en España oculta en líquidos, vajillas o alimentos.

La organización ofrecía sus servicios técnicos a otros grupos de narcotraficantes y su primera función era la de recuperar la droga del soporte en el que hubiera sido camuflada en origen para impedir su detección y facilitar la introducción en Europa. Después, se encargaban de elaborar la cocaína y procesar la droga como último paso previo a su adulteración.

La organización almacenaba en el laboratorio y también en viviendas y trasteros de alquiler en Tarragona y Barcelona cerca de cuatro toneladas de sustancias químicas y precursores.

La Policía considera que, en función de estos materiales incautados, se puede determinar que el grupo tenía capacidad para elaborar 20 kilos de cocaína a la semana. “La producción podría haberse alargado considerablemente en el tiempo”, concluyen. H