La Fiscalía pide la suma de 80 años de cárcel y 30.000 euros de indemnización “por daños morales” para dos hombres, de nacionalidad rumana, y tres mujeres, por dos delitos, uno de trata de seres humanos con fines de explotación sexual --12 años para cada acusado--, y otro de prostitución --seis años--, en el juicio que se inicia hoy en la Audiencia Provincial. La acusación se amplía a tres mujeres que convivieron con la víctima conocedoras del delito.

Los hechos arrancan en abril del 2011 cuando uno de los acusados, I.A.T., un “amigo de la familia”, pide permiso al padre de la víctima, de 17 años, para traerla de Rumanía a Castellón, con la falsa promesa de un trabajo de empleada doméstica y, cuando llega, la obliga a prostituirse contra su voluntad bajo amenazas de “ejecutarla” o venderla a otra persona, según fuentes fiscales.

Una vez en Castellón, se trasladaron a Burriana, donde el acusado le robó su documentación y le entregó una falsa para obligarla a ejercer la prostitución en varios clubes de alterne de Castellón y Valencia, con la amenaza de “matarla o venderla”. En la casa convivía con otras tres personas, que también pertenecían a la banda, y que fueron también detenidas en la operación policial.

Tal y como relata el auto del fiscal, en septiembre del 2011, la joven contacta con un conocido, C.C.T. --el otro procesado--, para que la ayude. Este le dice que se vaya a vivir con él a Almassora, a lo que ella accedió, pero, en vez de tenderle la mano, la entrega a otras dos personas para mantenerla en el ejercicio de la prostitución en el Caminàs de Castellón, hasta noviembre. En estos tres meses, era en todo momento controlada y vigilada por una de las cómplices, C.C. Seguían diciéndole que la matarían o le “cortarían el cuello” si se quejaba o intentaba regresar a Rumanía.

LA SALVACIÓN // Pero el 1 de diciembre, cuando se encontraba en el Caminàs junto a C.C., y accediendo a las pretensiones sexuales de un cliente, se subió en su coche y le comunicó su situación real. Esta persona la auxilió, la acompañó a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Castellón, que inició una investigación. En las diligencias, los agentes registraron los domicilios donde había estado viviendo la joven, en Burriana y Almassora, donde encontraron anotaciones de cantidades de dinero con diferentes nombres, entre ellos el de la joven, que los acusados usaban para controlar las ganancias, así como documentación notarial por la que se autoriza a viajar a España, a ella y a otra joven, además de dinero en efectivo.

Por ello, I.A.T. y C.C.T. permanecen desde el 3 de abril del 2012 en prisión provisional a la espera del juicio, que arranca hoy. H