Diez acusados por tráfico de droga en la Plana alegan consumo propio
Todos señalan que tenían problemas económicos graves debidos a la crisis. Picamán, cabecilla del grupo, pacta con el fiscal 4 años y 6 meses antes del juicio
Todos eran consumidores y tenían droga para su propio dispendio. Esta fue la excusa más repetida ayer durante el juicio contra 11 acusados de traficar con cocaína en Almassora, la Vall d’Uixó, Burriana y Nules. Tan solo uno de ellos, Juan García Picamán, de Almassora, que se encuentra ya en prisión por otros delitos similares, reconoció dedicarse a la venta de cocaína y aceptó, tras alcanzar un acuerdo con el fiscal, una pena de cuatro años y seis meses.
El juicio comenzó pasadas las 10.30 horas de la mañana, en la sala de la Sección Primera de la Audiencia de Castellón, actuando como presidente del tribunal el magistrado Carlos Domínguez. Los once procesados ocuparon los primeros asientos, custodiados por la Policía Nacional. Tras ellos, numerosos familiares y amigos prestaban atención.
DIFICULTADES ECONÓMICAS // Los acusados, de mediana edad, negaron dedicarse al tráfico de cocaína. No obstante, algunos reconocieron que ocultaban en sus viviendas sustancias de corte o bien, incluso, uno de ellos dijo que se trasladó a Valencia para comprarlas a una droguería. Además, relataron a preguntas del Ministerio Público que en la época en que fueron detenidos, en verano del 2012, atravesaban por graves dificultades económicas motivadas por la crisis. Algunos, propietarios de bares de Burriana o de la Vall d’Uixó, explicaron que no podían pagar la factura de la luz. Otro, ebanista de profesión y de la Vall, manifestó que se vio repentinamente en la ruina y aceptó el encargo del Juan García Picamán de entregar una sustancia, pero subrayó que pensaba que «no era tóxica».
Los guardias civiles encargados de la investigación declararon que las pesquisas comenzaron tras un chivatazo que apuntaba a que Juan García Picamán estaba distribuyendo cocaína. Iniciaron una serie de seguimientos en Almassora donde lo sorprendieron realizando un intercambio con otro acusado. Además, pincharon los teléfonos y se sucedieron las vigilancias en Burriana y la Vall, donde presenciaron otras entregas. El fiscal pide penas de entre 3 y 5 años de cárcel.
Más en Sucesos
-
El nieto de un exvicepresidente del Valencia, su mujer y su hijo de dos años fallecen en un accidente en Ávila
-
Los Mossos investigan la muerte de una mujer que ha caído de un quinto piso en Barcelona
-
El asesino de la hija de su expareja reconoce que tenían una relación secreta y que la mató de varias puñaladas
-
Macrooperación contra el narcotráfico: desmantelado en Sevilla un supermercado de la droga "con ofertas"