Después de una intensa búsqueda, los Mossos d’Esquadra acabaron dando con el cadáver del hombre vinculado a un grupo de narcotraficantes, desarticulado el viernes, y que hacía un año que estaba desaparecido. El cuerpo, según todos los indicios policiales, había sido enterrado por los propios miembros de la banda en una nave industrial en desuso de Argentona (Barcelona), pero su localización no ha sido sencilla. Cabe destacar que la desaparición de esta persona no había sido denunciada, aunque la policía catalana tenían constancia de su muerte en el marco de un grupo organizado de tráfico de marihuana.

El hallazgo se produjo después de que avanzara la investigación sobre el caso y la policía llevara al lugar a tres personas implicadas para realizar la reconstrucción del crimen. Tras delimitar el punto exacto a través de una primera inspección con georradar, se procedió a una meticulosa excavación del subsuelo con el objetivo de no dañar el cuerpo. El cadáver estaba a más de un metro de profundidad y, aunque en superficie parecía que solo lo habían enterrado bajo una masa de arena compactada, el cuerpo estaba cubierto con hormigón. Una vez localizado el cuerpo el viernes, después de más de cuatro horas de excavación, los trabajos se detuvieron y continuaron ayer. La excavación para hacer el levantamiento del cuerpo corre a cargo de los Mossos, en concreto, de agentes de la Policía Científica.

La policía detuvo a una decena de personas, acusados ?de pertenecer a una organización criminal dedicada al tráfico de marihuana. A lo largo del viernes se practicaron un total de ocho registros en diferentes puntos del área metropolitana de Barcelona.

De los 10 detenidos, tres personas fueron trasladados en Argentona para hacer la reconstrucción del crimen. Uno de ellos sería el autor material de la muerte del hombre y otro habría colaborado y reconocido los hechos.