La familia de las dos niñas de Castellón asesinadas hace un mes a manos de su padre comparecerá mañana en la sede del Defensor del Pueblo, en Madrid, para denunciar los «fallos» que, a su juicio, tiene el sistema de protección de víctimas de violencia de género. Unos protocolos que no fueron efectivos en el doble parricidio de Martina y Nerea, de dos y seis años. El crimen cometido por Ricardo Carrascosa, quien se quitó la vida tras matar a las niñas, conmocionó a la provincia y mañana volverá a abordarse con la intervención y lectura de un comunicado por parte del portavoz de la familia, Gabriel Rubio --primo de la progenitora de las menores--. En esa comparecencia estará también presente la madre de las dos pequeñas, Itziar Prats.

Junto a ellos, estará el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, quien dará su «apoyo incondicional» a las víctimas de violencia machista y reiterará que «un maltratador nunca puede ser un buen padre».

Fernández Marugán inició una investigación de oficio tras el doble parricidio y se dirigió a la Secretaría de Estado de Seguridad y a la Fiscalía General del Estado solicitando información sobre el caso. Ahora, ha sido la familia de las niñas asesinadas quien se ha puesto en contacto con la institución para solicitar su apoyo.

El Defensor del Pueblo considera que es necesario otorgar protección rápida y eficaz a los hijos de las víctimas de violencia machista para evitar que se sigan produciendo asesinatos de menores a manos de sus padres.

RECOMENDACIÓN

En el 2014 la institución recomendó favorecer la supresión de las visitas y comunicaciones de los imputados por malos tratos con sus hijos para prevenir riesgos. Esa fue, precisamente, una de las cuestiones que solicitó Itziar Prats tras interponer la denuncia contra su expareja por amenazas graves de muerte contra las dos niñas. Como publicó este diario, Carrascosa dijo a la madre de sus hijas, según consta en la denuncia policial: «Ve despidiéndote de ellas. Voy a cargarme lo que más quieres».

Sin embargo, la justicia rechazó la suspensión de las visitas parentales. Posteriormente, solicitada también una orden de alejamiento, volvió a denegarla, incidiendo en que la medida era «desproporcionada». El pasado 25 de septiembre, el doble parricida atacó a Martina y Nerea mientras dormían en su casa de la calle Río Adra. Lo hizo con un hacha que nunca antes había sido utilizada y les causó la muerte por diversas heridas en el cuello.

Acto seguido, se lanzó por la ventana desde el sexto piso. Un vecino que se marchaba a trabajar fue quien avistó el cuerpo y llamó a la Policía Nacional. Los agentes se trasladaron al lugar y, al acceder al piso, hallaron los dos cadáveres de las pequeñas.