La Policía Nacional investiga el incendio en una campa de camiones de la avenida Almazora de Castelló, donde en la madrugada del sábado al domingo se registró un fuego presuntamente provocado. Tres tráilers fueron pasto de las llamas y otros dos sufrieron daños parciales. Los dueños de los vehículos han calculado pérdidas que superan los 100.000 euros y exigen que se encuentre al autor.

Efectivos de la Policía Científica realizaron el domingo una minuciosa inspección ocular y hallaron restos de pastillas acelerantes en las instalaciones. Según ha podido saber Mediterráneo, algunas fueron colocadas sobre los tapones de los depósitos de combustible y otras, en zonas de cableado de los vehículos.

«Mi camión estaba ya vendido a otra persona por 31.000 euros y ahora está quemada tanto la cabeza tractora, como también la caja. Ya no vale para nada. Otro compañero tiene un préstamo para pagar su tráiler, cuyo valor oscila entre los 40.000 y 50.000 euros», explica José Tirado, uno de los afectados. «Tuvieron que saltar la valla perimetral del recinto. Por los suelos había restos de las pastillas y los investigadores se las han llevado como prueba», dice una de las víctimas.

LOS HECHOS

Los hechos sucedieron sobre las 23.00 horas del sábado. Hasta el lugar acudieron bomberos municipales y agentes de Policía. Extinguieron las llamas de los camiones y, al día siguiente, la Policía Judicial se personó en el lugar para iniciar las averiguaciones. «No hay cámaras de seguridad que puedan mostrar quién entró en las instalaciones», revela Tirado.

Los afectados desconocen por el momento quién puede haber tenido interés alguno en entrar en la empresa y prender fuego a los vehículos. «Esperemos que los investigadores encuentren pronto a los responsables», inciden.

Cabe recordar que el pasado mes de junio fue detenido un extrabajador de la empresa Viajes Equus (autobuses Meseguer) en la Ciudad del Transporte de Castelló por provocar un incendio en la compañía y calcinar por completo dos autocares. El arrestado, A.C.G., de 55 años, era un exempleado de la mercantil que había sido despedido por acumular tres faltas graves, la última con especial relieve, supuestamente, por acudir al trabajo en condiciones no aptas para la conducción de un vehículo. El presunto causante del fuego iba solo, con el rostro cubierto, saltó la valla y rompió el cristal del primer autobús que había en la campa.

Como publicó este diario, utilizó al parecer un acelerante para que prendiera el fuego en dicho vehículo y, a los cinco minutos, saltó al segundo más próximo. La rápida actuación de los bomberos y el hecho de que el siguiente autobús se encontrara algo más alejado de los otros dos afectados evitó mayores males.