La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a dos hombres por un delito de lesiones tras haber apaleado a un joven en Nules hasta dejarlo ciego de un ojo. Los hechos sucedieron hace ya siete años, en abril del 2014, durante las fiestas de San Vicente Ferrer. Tras un acuerdo de conformidad entre las partes, los dos acusados han sido sentenciados a un año y medio de prisión cada uno. Sus abogados han solicitado la suspensión de la pena por ser esta inferior a dos años, a condición de que no delincan en un tiempo determinado.

La víctima se encontraba con su pareja y se inició entonces una discusión con terceras personas en el transcurso de la cual el denunciante recibió patadas y puñetazos por parte de un grupo de hombres entre los que se encontraban los dos procesados. También le propinaron golpes en la cabeza, según el pacto alcanzado antes de que se celebrara el juicio por estos hechos en la Audiencia.

La novia lo socorrió

La novia del herido intervino al ser testigo de la agresión a su pareja y lo intentó ayudar, levantándolo del suelo y saliendo corriendo. Sin embargo, según han declarado probado los magistrados, los agresores --entre los que hay varias personas no identificadas-- lo persiguieron y lo continuaron apaleando. La víctima de la brutal agresión sufrió la perforación del ojo izquierdo, entre otras lesiones y precisó tratamiento quirúrgico, según consta en los informes forenses aportados a la causa.

Además, necesitó una prótesis y terapia psicológica, así como un total de 196 días para recuperarse de las lesiones. Como secuelas, el afectado tiene un trastorno depresivo-reactivo y padeció la pérdida de visión de un ojo, según recoge el escrito de conformidad.

Los dos procesados reconocieron los hechos ante los tres magistrados del tribunal de la Sección Primera, aceptaron las penas pactadas por sus defensas con la Fiscalía y la acusación particular y consignaron antes de la celebración de la conformidad los 60.0000 euros que abonarán a la víctima en concepto de indemnización por los hechos protagonizados, los daños morales y las secuelas.

La sentencia aprecia las circunstancias atenuantes de reparación del daño por el dinero abonado al denunciante y de dilaciones indebidas por los retrasos que el proceso ha sufrido en fase de instrucción y que no son atribuibles a los dos acusados. Asimismo, aplica también la agravante de abuso de superioridad por verse la víctima perseguida y agredida por un grupo, hecho que lo hacía estar en inferioridad de condiciones y agudizaba su vulnerabilidad.

La sentencia ya es firme y no se recurrirá en casación.