Desagradable sorpresa la que se encontraron en la mañana de ayer numerosos vecinos de la calle Dean Martí de Castelló y sus alrededores. Y es que fueron cerca de una decena de coches los que aparecieron con las ruedas rajadas con algún tipo de arma blanca.
La indignación se extendió entre los afectados, que tuvieron que llevar sus turismos al taller para reponer los neumáticos e interponer la correspondiente denuncia.
Según ha podido saber este periódico, la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de estos actos vandálicos tras personarse ayer algunos de los perjudicados en comisaría.
Los hechos provocaron graves trastornos a las víctimas. Muchos llegaron tarde a sus puestos de trabajo o tuvieron que retrasar viajes. Este último caso afectó a uno de los denunciantes, que debía realizar un trayecto a Barcelona a primera hora de la mañana.
Según han explicado residentes de la zona a este diario, en el barrio también existe malestar por los altercados protagonizados por las personas que viven en un edificio, al parecer, okupado en su totalidad. Se trata, según las mismas fuentes, de una finca sita en el número 36 y que podría pertenecer a una entidad bancaria. «Siempre tiene que venir la Policía y hay discusiones», señalan.
