Caso Abierto - El Periódico Mediterráneo

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SUCEDIÓ EN EL 2019

Una chica acusa a un vecino de Burriana de agredirla sexualmente en un baño portátil del Arenal Sound

La joven afirma que él le tapó la boca y le impidió salir

Imagen del procesado, sentado ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia.

Una joven acusó ayer a un vecino de Burriana de agredirla sexualmente en el interior de un baño portátil durante la celebración del festival de música Arenal Sound en agosto del 2019 y por el que la Fiscalía pide una pena de nueve años de cárcel.

La mujer declaró que, aunque se metió voluntariamente en el polly klyn, lo hizo para orinar y no porque quisiera tener sexo con el procesado. Así, afirmó: «Se bajó los pantalones y se empezó a masturbar. Me tapó la boca, quiso que yo le hiciera una felación y me cogió de la cabeza, además de ponerse delante de la puerta para que yo no pudiera salir. Tuve muchísimo miedo», aseveró la mujer, a preguntas de la fiscal.

La denunciante repitió durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Castellón que le dejó claro al acusado que la dejara «en Paz» y negó haber participado de la relación sexual. 

Él dice que fue consentido

Por su parte, el hombre ofreció una versión muy distinta de lo acontecido. Aseveró que los tocamientos entre ambos fueron consentidos e incidió en que la chica «mostró interés» por él desde el momento en que se conocieron, llegando a intercambiarse los teléfonos y llamándole ella hasta en siete ocasiones esa noche. La joven reconoció el contacto telefónico, pero aseguró que creía estar llamando a otro chico que le gustaba y no así al procesado.

Respecto al momento de acceder al baño, las versiones también fueron ayer radicalmente opuestas. Mientras que la chica afirmó que entraron juntos «para adelantar, porque había mucha gente esperando», él aseguró que fue para tener un momento de intimidad y que «había otros libres».

Al juicio fueron citados a declarar varios guardias civiles que intervinieron en la detención, la inspección ocular y la formalización de la denuncia de la joven. Los agentes dijeron haber recibido la misma versión por parte de la afectada. «Él estaba nervioso y sin entender muy bien la situación en la que estaba», dijo uno de los agentes, mientras que otros dos recordaron el llanto de la chica.

El instructor del atestado, integrante de la Policía Judicial, dijo que tomaron muestras de ADN de los dedos del presunto agresor, puesto que tenía restos de sangre --sin resultados recibidos aún de esa prueba--. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Una vigilante los pilló 'in fraganti'

Una vigilante de seguridad, que declaró ayer por videoconferencia, sorprendió a la denunciante y el acusado dentro del baño portátil y los conminó a que salieran. «Cuando abrí la puerta vi a un chico desnudo, de espaldas, y oí un quejido de la chica. Él estaba delante de la puerta (versión coincidente con la de la afectada)», recordó la trabajadora en su declaración. «Ella en seguida me dijo que la había violado. Yo le dije a él que no se marchara y avisé a la Guardia Civil», contó la vigilante, quien apuntó que a los urinarios estaban vacíos a esa hora y había otros libres.

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