La noticia ha caído como una losa en Burriana y entre los aficionados al submarinismo y la pesca deportiva de la provincia. Al mediodía de hoy jueves, el presidente del Club Atlantis de esta localidad de la Plana Baixa, Rafa Bernardos, ha fallecido ahogado en la costa de Denia cuando practicaba la pesca submarina a gran profundidad.

Según fuentes oficiales, formaba parte de un grupo que se encontraba en las proximidades del puerto de Dénia. Al parecer, como relatan aficionados al submarinismo que conocían al fallecido consultados por este periódico, después de unos 40 minutos sin saber nada de él, un amigo se sumergió para comprobar si tenía algún problema. A una profundidad aproximada de 22 metros, encontró primero su fusil. Poco después, su cuerpo.

En esta zona del litoral hay varios puntos donde suelen realizarse este tipo de inmersiones, espacios controlados con barras que indican la distancia para mayor seguridad de los submarinistas, pero hasta los más expertos pueden tener un accidente, un error de cálculo o una indisposición que, a tal profundidad, acaba siendo fatal.

Según las primeras informaciones a las que ha podido tener acceso Mediterráneo, Rafa Bernardos era un gran conocedor del submarinismo y la pesca bajo el mar. Había tenido problemas de salud, pero estaba recuperado y no le impedían dedicar su tiempo libre a una afición que lo apasionaba y que practicaba desde hacía mucho tiempo. De hecho, el único consuelo para los que lo conocían y le apreciaban es que «ha muerto haciendo lo que más le gustaba», aunque deja un gran vacío, especialmente en su familia. De 42 años, estaba casado y tenía dos hijos pequeños.

Tras localizar su cuerpo en el fondo marino, se ha notificado lo sucedido a Emergencias, que ha movilizado a Salvamento Marítimo y agentes de la Guardia Civil, que han rescatado su cadáver, para trasladarlo a continuación hasta la marina de Dénia.