Visitar Pilar de la Horadada es disfrutar de sus cuatro kilómetros de litoral con diferentes ambientes y escenarios.

Playas extensas de fina arena blanca en intenso contraste con el mar azul y pequeños cantiles rocosos que se adentran en el mar y esconden calas de arena dorada, intimistas y recogidas componen su oferta de sol y mar.

La transparencia y visibilidad de sus aguas invita al buceo deportivo en busca de la biodiversidad que albergan sus fondos marinos, en los cuales podemos encontrar la posidonia oceánica, planta que para desarrollarse necesita agua de buena calidad, limpia, transparente y bien oxigenada.

Sirve como fijadora de la arena protegiendo de la erosión a las playas en caso de fuerte oleaje, además de ser un lugar de refugio para numerosos peces, crustáceos y moluscos.

Dentro de este amplio catálogo destacan la Playa de las Higuericas, muy frecuentada por ser accesible para personas con discapacidad, tener un amplio aparcamiento para coches y una zona lúdica infantil en la arena y otra en el agua.

También es conocida la Playa de los Jesuitas, desde la que se puede apreciar el puntal del Gato.

Otra de las más visitadas es Playa del Río, que recibe este nombre porque en ella desemboca el Río Seco, el cual sirve de guía para los senderistas que quieren subir al área natural de Pinar de Campoverde tanto a pie como en coche.

Desde su paseo marítimo se puede observar la cantera romana de los siglos I y II d. C., la cual utilizaban los romanos para extraer piedra y realizar diversas construcciones.

La transparencia y visibilidad de sus aguas invita al buceo deportivo en busca de la biodiversidad. ED

Turismo deportivo y gastronómico

El interior de Pilar de la Horadada ofrece unas bonitas excursiones y rutas en las zonas de monte mediterráneo y en la Sierra de Escalona.

Además de este deporte y de los que se pueden disfrutar en sus aguas, Pilar de la Horadada apuesta por otro de los deportes que atraen un mayor número de turistas y amantes de esta disciplina, el golf.

La gastronomía pilareña ocupa un lugar preferente en la cultura de este pueblo. Entre los platos típicos destaca el guiso de patatas con carne, el guiso de pelotas, el conejo al ajo cabañil o las gachas migas. Además, se degusta una buena variedad de arroces y calderos.

La huerta ofrece sus hortalizas y verduras frescas y recién recolectadas y el mar pone el contrapunto con mariscos, doradas, meros y lubinas, entre una gran variedad de pesca.

La guinda la ponen sus especialidades dulces, entre las que se encuentran las milhojas y los cordiales.

Un gran baño de razones para visitar y disfrutar de Pilar de la Horadada.