El consistorio de Benicarló se ha propuesto hacer de las playas de la localidad espacios para el disfrute de todos en el sentido más amplio de la palabra y, un año más, apuesta por habilitar zonas en las que también está permitida la presencia de mascotas.

Actualmente, el municipio de la Costa del Azahar cuenta con dos playas para perros: una de ellas situada en el litoral norte (playa de Aiguadoliva) y la otra en la costa Sur (playa del Barranquet).

En este último arenal, además, este verano se han incorporado nuevos servicios destinados a los amigos más fieles del ser humano y se ha instalado una ducha con el fin de facilitar la limpieza de los animales.

Además, tanto en la playa del Barranquet como en la de Aiguadoliva existen otros elementos tales como fuentes y dispensadores de bolsas a disposición de los usuarios y sus mascotas.

Playas más respetuosas e inclusivas en Benicarló. ED

Sin humo

Que fumar es un hábito nocivo para la salud, no solo del que fuma sino también de los que le rodean, es de sobra conocido y el Ayuntamiento de Benicarló se ha propuesto aportar su grano de arena para poner coto al tabaquismo.

Así, en una apuesta clara de la Concejalía de Turismo para mejorar la convivencia en las playas y para proteger la salud de la ciudadanía, todas las playas de la localidad son espacios libres de humo.

La iniciativa pretende eliminar los cigarrillos de las zonas de baño y concienciar a vecinos y visitantes de la necesidad de apostar por playas libres de residuos.

Playas libres de humo en Benicarló. ED

En este sentido, la alcaldesa afirma que «en Benicarló queremos que las playas sean saludables y que protejan no solo la salud de los y las bañistas, sino también el medio ambiente. Con la puesta en marcha de esta campaña mejorará la calidad turística de nuestra localidad y será un importante reclamo para aquellas personas que buscan playas salubres y sostenibles, especialmente si son familias con menores».

La campaña no tiene un carácter sancionador, «no se multará por fumar en la playa, pero sí recomendamos que no se haga», apuntó Miralles, a la vez que explicó que «los vigilantes, informadores de playas y la Policía Local se encargarán de recordar a todos los usuarios sobre la necesidad de proteger los espacios naturales y mantenerlos libres de residuos».

De hecho, las colillas son el residuo más abundante en el mar y en los arenales, incluso por delante de los plásticos, y tardan más de una década en destruirse.