Brooke Astor, legendaria figura de la alta sociedad neoyorquina, que llegó a donar cerca de 200 millones de dólares (147 millones de euros) para proyectos culturales en la ciudad, murió el lunes a los 105 años. Hace unos meses, la anciana (foto) fue el centro de atención mediática debido a una agria disputa que su hijo y su nieto mantuvieron por los cuidados que recibía. El nieto de la fallecida demandó a su propio padre, Anthony Marshall, por recortar drásticamente el gasto en medicinas y atención médica de su abuela. Alegaba además que la habitación de la mujer estaba siempre fría y que esta dormía sobre un sofá sucio.