Hace unos meses, uno de los personajes más habituales de la pequeña pantalla decidía dar un giro a su vida. La muerte de una de sus más queridas compañeras en Telecinco, Mila Ximénez, le dejó más que tocado. Tras un corto retiro de la televisión, Kiko Hernández regresó, pero no por mucho tiempo. En su cabeza ya tenía organizados otros planes, un cambio de vida que iba a acarrear no pocos comentarios hacia su persona, ya de por sí acostumbrada a las más feroces críticas.

La decisión de Kiko Hernández estaba tomada y con ella el cambio de los platós por los escenarios. El colaborador de 'Sálvame' da vida sobre las tablas a Alejandro, un productor de 43 años, con gran éxito laboral y personal y con una esposa estupenda, pero con un secreto oculto que enturbia esa supuesta vida perfecta.

Se trata de la obra 'Distinto' y de una interpretación que ha dado mucho más que hablar que el argumento de la obra, que por cierto, no ha tenido demasiado éxito de público, lo que ha obligado a su reciente cancelación. En una de las escenas Kiko Hernández da su primer beso de amor en público, ya que el televisivo siempre ha sido una persona muy celosa de su intimidad, como lo demuestra la discreción con la que siempre ha llevado el nacimiento de sus hijas, mediante gestación subrogada, y la identidad de la madre.

Mucho se ha especulado en ‘Sálvame’ sobre la sexualidad de Kiko Hernández, definiéndose él mismo como «asexual». Aunque en el programa de Telecinco si ha compartido algún beso en la boca con algún hombre, pero nunca ha hablado de sus relaciones públicamente.